Desde el gobierno federal se realiza un “descarado esfuerzo” para posicionar al subsecretario de Seguridad Ciudadana, Ricardo Mejía Berdeja, como el candidato de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) a la gubernatura de Coahuila en 2023, y para ello ha empezado a asignar los contratos de compra de carbón a los empresarios locales, señaló este martes Carlos Loret de Mola.
En su columna, el periodista apunta que todos saben que la compra de carbón es una de las principales fuentes de financiamiento de Morena de cara a los comicios del siguiente año y agrega que la precampaña de Mejía Berdeja trae el apoyo de todo el aparato gubernamental para llevar a cabo actos masivos, con acarreo y el apoyo de otro gobernador del mismo partido.
En su texto señaló que está claro que del carbón saldrá para la campaña en el estado, lo cual se relaciona con la apuesta del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, por las energías sucias y es que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) es el gran cliente y Coahuila es productor líder latinoamericano.
“Es decir, con una mano se pone al candidato y con la otra se amarran las aportaciones”, resaltó el comunicador sobre los preparativos del partido para la carrera electoral del 2023 aún cuando ni siquiera se llevan a cabo las del próximo 5 de junio.
La Cuarta Transformación se dio cuenta rápido de la importancia de esa industria y tomó control del jugoso negocio. Destacó que en los sexenios anteriores la corrupción había establecido los “códigos de carbón”, en los cuales el gobierno estatal adjudicaba los ocntratos. No obstante, la administración morenista desmanteló esos “códigos” y encargó un censo de carboneros con la promesa de que ya no todos los contratos los tendrían los grandes empresarios.
El primer designado para levantar ese censo fue Gabriel García, senador y operador financiero de López Obrador, no obstante, el trabajo quedó a medias y la tarea le fue asignada a al entonces subsecretario de Energía, Francisco Quiroga, pero a Palacio Nacional también llegaron reportes de que cuando este último iba a la región se “dejaba consentir” con viajes en aviones privados para ir de compras a la frontera, razón por la que se decidió enviarlo como embajador a Alemania.
Loret de Mola apunta que existen sospechas de que la precampaña del funcionario federal también se financia “con dinero desviado del Programa de Construcción de Paz de la Secretaría de Seguridad Ciudadana federal, con recursos que llegan del gobierno de Sonora (su padrino político es el gobernador Alfonso Durazo) y con presupuesto de Diconsa (ya se sabe que todo Segalmex es un cochinero)”.
Destaca que incluso el senador disidente, Ricardo Monreal, ha mandado señales a sus allegados para que se bajen de la contienda, por lo que Armando Guadiana, también miembro de Senado de la República; Javier Guerrero, que es funcionario del IMSS y Noé Garza, exdiputado salinista y gran amigo de Jaime Rodríguez Calderón, deberían dejarle el camino libre a Mejía.
Sobre los coordinadores de la precampaña de Ricardo Mejía, el periodista señala que los responsables son Jesús Valencia y Jorge Luis Morán, y hace hincapié en que este último es quien controla los “codiciados” contratos del carbón.
Agrega que Jorge Luis Morán fue titular d ela Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) en Coahuila en el actual gobierno, y destaca que es compadre del gobernador Miguel Ángel Riquelme y también del Subsecretario de Seguridad Ciudadana, Ricardo Mejía. Por esa razón, es el puente entre ambos.
Concluyo que estos tres últimos políticos iniciaron su trayectoria desde muy jóvenes y así se desarrollaron hasta formar un grupo local en Coahuila conocido como “La burbuja”.
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