Las autoridades sinaloenses han encendido focos de alarma por el recrudecimiento de la violencia que ha dejado más de 200 asesinatos en el año y cuyos casos pudieran derivar de disputas internas en el Cártel de Sinaloa que ha sido dominante en la región durante décadas.
Sara Bruna Quiñónez Estrada, fiscal de Sinaloa, reconoció que diversos episodios de violencia recientes han incrementado el nivel de inseguridad entre la población, aunque no han definido los alcances de posibles consecuencias ni identificado a los actores específicos.
“No lo consideramos común, si me parece que este mes se han disparado los hechos que podemos considerar que son focos de alarma”, respondió la funcionaria en conferencia de prensa.
Pues apenas este 23 de mayo reciente, agentes de la Guardia Nacional se enfrentaron en una intensa balacera contra presuntos integrantes del Cártel de Sinaloa en Culiacán, donde mantienen su bastión el clan de los Chapitos, hijos de Joaquín Guzmán Loera, el Chapo.
“Si lo veo como algo alarmante, nos tiene qué tener preocupados y al mismo tiempo ocupados, estamos en ese proceso, lo estamos atendiendo”, reiteró sobre la decena de asesinatos que se han concentrado en la capital de Sinaloa en la última semana.
Al ser cuestionada sobre las intervenciones del narco en estos casos, la fiscal enfatizó que hay indicios suficientes para pensar que todo apunta al crimen organizado como el eje principal en las responsabilidades. Sin embargo, los análisis tendrán que ser coordinados para explicar las causas del repunte en homicidios dolosos.
“Se está trabajando en un diagnóstico, si así se quiere llamar, esto es, definir a qué se debe esta situación”, prometió Quiñónez Estrada, quien confió en el trabajo conjunto con fuerzas militares desplegadas en Sinaloa.
Podría ser un recrudecimiento, por supuesto que es una situación que estamos valorando, es un tema que no nos compete en exclusivo
Datos de la Fiscalía de Sinaloa indican que el mes en curso ha dejado más asesinatos en lo que va de 2022, cuando falta una semana para que comience junio. Hasta las primeras horas de este 24 de mayo se reportaron 46 homicidios dolosos, que incluyen un feminicidio.
Sin embargo, al comparar con las cifras del mismo periodo en 2021, los cuatro meses y medio actuales mantienen tendencias a la baja. Aunque la narcoviolencia siempre está latente donde se asentó el Cártel de Sinaloa desde mediados de 1980.
Del primero de enero de 2022 a la fecha se acumulan 203 asesinatos en la entidad, lo cual incluye siete feminicidios catalogados en carpetas de investigación. En el mismo lapso del año pasado fueron 248 homicidios dolosos, incluidos 13 feminicidios.
A nivel nacional, Sinaloa se ubicó en el puesto 21 de las 32 entidades del país en temas de asesinatos con 151 casos, entre enero y abril de este año, de acuerdo con las cifras recientes de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana. En Culiacán hubo 80 casos del mismo delito durante el periodo indicado.
De acuerdo con analistas entrevistados previamente por Infobae México, Sinaloa se mantiene en la llamada pax narca, pues los criminales pretenden ofrecer garantías de protección a cambio de no ser delatados.
Además de verse como guardias y necesitar la correspondencia de los pobladores, sustituyen a las autoridades en ciertas regiones. De ahí que evitan extraer rentas locales del cobro de piso, extorsión o secuestro, pues su principal sustento es el tráfico internacional de drogas.
Sin embargo, el cambio generacional en el Cártel de Sinaloa ha dejado de lado esas costumbres de capos de la vieja escuela y, actualmente, operadores de la nueva camada solo tienen una opción para solucionar posibles conflictos: intimidar o asesinar antes que negociar.
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