Ante las manifestaciones en contra del tramo 5 del Tren Maya, el pasado 18 de mayo, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNART) publicó la Manifestación de Impacto Ambiental que, de acuerdo con Greenpeace México, reconoce las “advertencias y preocupaciones externadas”.
De acuerdo con la ONG, con la construcción del tramo 5 que va de Cancún a Tulum, se daría la afectación de 12 especies de flora y 31 de fauna con alguna categoría de riesgo presentes en la Norma Oficial Mexicana NOM 059 SEMARNAT 2010.
Aunado a ello están los impactos adversos severos que sufriran las formaciones y el sistema kárstico durante la preparación del sitio. En el caso del impacto a los cenotes éste será de adverso a moderado.
Greenpeace también hizo hincapié en que el suelo, el agua y las comunidades indígenas también sufrirán impactos adversos moderados, entre los que se encuentran la modificación de infiltración de agua por cambio de suelo, la erosión del suelo y la modificación de usos y costumbres de las comunidades indígenas.
“En tanto que el paisaje, fauna y cultura (yacimientos arqueológicos), presentan impactos de valor adverso severo. Entre ellos se encuentran la fragmentación de hábitat por cambio de uso del suelo y la afectación de individuos de especies de fauna en alguna categoría de riesgo”.
Durante la etapa de preparación del sitio se presenta un impacto de valor adverso crítico en la flora debido a la deforestación de 485 mil 476 hectáreas por desmonte. Además de que también habrá afectación de individuos de especies de flora en alguna categoría de riesgo.
Se menciona que “la vegetación secundaria funciona como fuente de propágulos para la conservación y restauración de la selva mediana subperennifolia, por lo que conservar la vegetación secundaria para este tipo de selva juega un papel crucial al momento de la capacidad de su regeneración”. Sin embargo, es precisamente ese tipo de vegetación la que se deforestará.
“En Greenpeace México llamamos a que el Estado mexicano garantice los derechos de acceso a la información ambiental, la participación pública en los procesos de toma de decisiones y el acceso a la justicia en asuntos ambientales”.
Cabe recordar que este es uno de los proyectos emblema de la actual administración del presidente Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, desde el inicio de la construcción del tramo 5 del tren ha estado envuelto en polémicas.
Apenas el pasado 2 de mayo el tramo tuvo su segundo revés luego de que un juzgado ordenara frenar las obras en todo el trazo, lo cual se derivó después de que el Juzgado Primero de Distrito de Yucatán concediera el 19 de abril la suspensión provisional de las obras del tramo sur.
Un juez del estado de Yucatán otorgó la suspensión provisional del Tramo 5 sur del Tren Maya luego de que un grupo de buzos interpusiera una demanda de amparo por no contar con una manifestación de impacto ambiental.
Tras ambas suspenciones, el presidnete López Obrador ha defendido el megaproyecto y ha aseverado que la obra no implica afectaciones al medio ambiente y que busca beneficiar a la población de la región.
Aunado a ello se ha planteado que quienes se han amparado en contra del proyecto que se desarrolla en el sureste de México, son empresarios e inmobiliarias y no los ejidatarios; a la par comentó que “existen muchos intereses económicos detrás”.
Por el contrario, diversad figuras públicas, defensores del meido ambiente y especialistas se han posiscionado en contra del tramo 5 del Tren Maya, por lo que han creado la campaña Sévame del Tren.
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