Agentes del Ejército detuvieron a una persona y decomisaron 250 paquetes de cocaína que estaban ocultos en una presunta narcobodega al sureste de Nuevo León, la cual era utilizada para el acopio de narcóticos por operadores de la delincuencia organizada.
De acuerdo con el reporte de la Fiscalía General de la República (FGR), el peso de la droga fue establecido en 270 kilos y 121 gramos, tras intervenciones de la Agencia de Investigación Criminal y la Policía Federal Ministerial en el domicilio ubicado en Atongo de Abajo, municipio de Allende.
El inmueble era utilizado como bodega de transportes de refrigeración, que previamente había sido detectado tras labores de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). De ahí que vigilaron la zona para dar con el sitio desde el pasado 16 de mayo.
Elementos del Ejército Mexicano y de la Guardia Nacional realizaron reconocimientos terrestres en el área, ubicando un inmueble que contaba con las características buscadas
Cuando los soldados se acercaron a la narcobodega, una persona salió huyendo, tan pronto como notó la presencia de los uniformados. Pero fue alcanzado rápidamente por guardias nacionales, quienes procedieron a revisarlo.
El sujeto llevaba cartuchos de uso reservado a las Fuerzas Armadas, fue arrestado y puesto a disposición en la delegación de la FGR en Escobedo. Las autoridades ministeriales se encargarán de determinar su situación jurídica.
Fue hasta el pasado 20 de mayo cuando los militares cumplimentaron una orden de cateo en el domicilio sobre la carretera Cadereyta-Allende. Previamente, el personal militar se encontraba resguardando la zona.
En la narcobodega fueron localizados y asegurados tres tractocamiones, un vehículo con placas de Guanajuato, dos camiones quinta rueda, un montacargas con capacidad de 18 toneladas, además de un semirremolque tipo plataforma con tanque estacionario.
También incautaron los paquetes de cocaína, equipo de bombeo, una caja seca de 24 pies, así como tres equipos de cómputo y diversa documentación e identificaciones. Todo fue puesto a disposición de la FGR para que siga con las indagatorias correspondientes por delitos contra la salud, es decir, narcotráfico.
La entidad ha sido ruta de paso para diversos cárteles que se disputan el territorio por su colindancia fronteriza con Estados Unidos, además de otras entidades al norte del país codiciadas para el trasiego de drogas. Muestra de ello son los narcóticos decomisados en la región.
A finales de abril reciente, la FGR en su delegación de Nuevo León incineró 12 toneladas de narcóticos relacionados con 90 expedientes. La quema fue en las instalaciones de la VII Zona Militar, en la ciudad de Monterrey.
Entre las sustancias incineradas había: 11 toneladas 973 kilos 171 gramos 900 miligramos de marihuana; 180 kilos 249 gramos 700 miligramos de metanfetamina; seis kilos de cocaína; 53 kilos 51 gramos 800 miligramos de heroína; 16 kilos 750 gramos 600 miligramos en plantas de marihuana, seis mil 38 unidades psicotrópicas, entre otras.
Informes de las autoridades han destacado que el Cártel de Sinaloa también incursionó en Nuevo León desde mediados del año pasado y ha infiltrado a la policía local. Aunque previamente han detectado los intereses del Cártel Jalisco Nueva Generación.
El seguimiento de Infobae México ha detectado que la disputa se enfocó por la zona metropolitana de Monterrey contra el Cártel del Golfo y el Cártel del Noreste, quienes se extendieron desde Tamaulipas. Sin embargo, el tráfico de migrantes es más privilegiado en esta región que el cruce de drogas.
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