Andrés Manuel López Obrador (AMLO), presidente de México, volvió a arremeter contra la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), esta vez al ser cuestionado sobre el presunto mal manejo de recursos en su interior. Aseguró que no estaba en contra de la institución educativa pero que habría que cuidar que no se mantuvieran los coptos de poder y el influyentísimo:
“Se fue creando una especia de burocracia dorada y los maestros de signatura ganado muy poco. Pero eso no significa que estamos en contra de la UNAM, significa que hay que revisar eso”
Reiteró que estaba a favor de la autonomía de la máxima casa de estudios y que ante cualquier acto de corrupción que la involucrara, sería importante la denuncia pública, de esta forma se “ventilarían” las faltas sin la necesidad de que el gobierno se involucrara de forma directa.
Además expresó su desaprobación por el “tan tardío” regreso a clases presenciales cuestionando si en verdad le importaba a la UNAM la educación de los estudiantes mexicanos.
No obstante y de manera más reciente el jefe del Ejecutivo Federal, también criticó a las autoridades de la institución universitaria por enviar a sus médicos, estudiantes, internos, etcétera, a sus casas, en vez de convocarlos a enfrentar la pandemia por Covid-19 que azotó a gran parte del mundo.
Opinó que fue un acto que no debe cometer ninguna universidad, “ni públicas ni privadas, pero mucho menos las públicas y mucho menos la UNAM”, a lo que la máxima casa de estudios respondió por medio de un comunicado de prensa.
Aseguraron que las autoridades sanitarias ordenaron la suspensión de actividades cuando los contagios por SARS-CoV-2 comenzaban a crecer de manera preocupante. Informó, además que se solicitó a directores y directoras de Hospitales y Jurisdicciones que los estudiantes NO acudieran a las instituciones de salud. Así que fue desde el último cuatrimestre de 2021 cuando los estudiantes se integraron de manera paulatina a las actividades hospitalarias.
Agregaron que los mil quinientos pasantes que se ubicaban entonces en áreas rurales, tuvieron que permanecer en ellas haciendo frente a las carencias de dichas poblaciones, además de los efectos que sumó la pandemia en “la población rural marginada”.
En un tercer punto, hicieron hincapié en que aproximadamente 15 mil médicos residentes, quienes se encontraban en posgrados de especialidad, estuvieron presente durante los meses que ha durado la pandemia, incluso durante el periodo de encierro.
También informaron que hubo diversas actividades extraordinarias en las que sus profesionales fueron requeridos. Tal fue caso de la operación médica de la Unidad Temporal COVID-19, del centro Citibanamex en la Ciudad de México.
Además, se montaron diversos puestos de pruebas COVID-19, en las que personal médico universitario logró practicar hasta 23 mil pruebas en diversas cedes ubicadas principalmente en la Ciudad de México, sumando las sedes de la UNAM habilitadas como centros de vacunación.
Asimismo, comunicaron, hasta 226 hospitales privados solicitaron a médicas y médicos universitarios a través de la iniciativa pública Juntos por la Salud, con el objetivo de que sus clínicas pudieran atender personas que no presentaran cuadros COVID.
También añadieron la capacitación de aproximadamente 21 mil personas alrededor de la prevención y atención de COVID-19; el asesoramiento a la ciudadanía en general a través del Call & Chat Center; o la capacitación de mil 133 estudiantes y académicos de las carreras de Medicina, Enfermería y Odontología.
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