Juan José Pérez López Chato, alias Coco, integrante del cártel de Los Zetas, fue condenado a 171 años de prisión por los delitos de delincuencia organizada, privación ilegal de la libertad con el carácter de secuestro, acopio de armas de fuego y posesión de cartuchos de uso exclusivo de las fuerzas armadas.
La Fiscalía General de la República (FGR), a través de la Fiscalía Especializada en materia de Delincuencia Organizada (FEMDO), en coordinación con la Fiscalía Especializada de Control Regional (FECOR), dio a conocer la sentencia a través de un comunicado.
Este integrante del cártel de la última letra fue capturado en noviembre de 2007, en cumplimiento del mandamiento de captura que había en su contra. Se sabe que en ese entonces Los Zetas tenían como centro de control y operaciones la ciudad de Monterrey, Nuevo León.
Posteriormente quedó a disposición de un juez de la causa, con sede en el Centro Federal de Readaptación Social # 1 “Altiplano”, en Almoloya de Juárez, Estado de México, donde actualmente se encuentra recluido.
Los elementos de prueba obtenidos de las diligencias efectuadas por el Ministerio Público de la Federación (MPF), permitieron que se le dictara sentencia condenatoria en su contra de 171 años de prisión y multa de 213 mil 150 pesos, por los delitos referidos.
El grupo criminal Los Zetas, hoy a la baja en su poder de fuego frente a otras organizaciones criminales, nació como brazo armado del Cártel del Golfo, que operaba en los estados del norte del país. En Nuevo León ese cártel trabajaba en la zona de Monterrey (capital del estado).
El primer líder del Cártel del Golfo, Juan García Abrego, fue capturado a las afueras de esa ciudad. Según documenta el medio especializado Insight Crime, el sucesor de éste, Osiel Cárdenas Guillén, estaba menos interesado en Monterrey, por lo que mantuvo su distancia y por ende también los Zetas.
Sin embargo, eso cambió con la separación del Cártel del Golfo y Los Zetas. Se dice que este último cártel siempre vio a la zona que comprende los municipios de Apodaca, García, Escobedo General, Guadalupe, Juárez, Monterrey, San Nicolás de los Garza, San Pedro Garza García, Santa Catarina y Santiago como una oportunidad para engrosar su negocio de las drogas.
Los Zetas, conocidos por imponer nuevas formas de ejercer la violencia, llegaron a Nuevo León donde se disputaron la plaza contra la organización de los Beltrán Leyva, quienes entonces se habían separado del Cártel de Sinaloa.
Los Beltrán veían a Nuevo León como su refugio. Ahí cooptaron a políticos y empresarios, y crearon esquemas de extorsión complejos. Diversas investigaciones detallan que esta forma de operar llamó la atención de Los Zetas por lo que realizaron una tregua para que ambos trabajaran en la región.
El cártel de la última letra descendió tras la captura de su líder Miguel Ángel Treviño Morales, quien heredó el liderazgo a su sobrino, Juan Gerardo Treviño Morales, alias el Huevo, recientemente deportado a EEUU.
La detención de este criminal se llevó a cabo el domingo 13 de marzo por parte de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Fiscalía General de la República (FGR), el Centro Nacional de Inteligencia y la Guardia Nacional (GN).
El Huevo Treviño es señalado como el máximo jefe del Cártel del Noreste (antiguos Zetas) y de su brazo armado, la Tropa del Infierno, con el cual mantiene una lucha encarnizada con células del Cártel del Golfo, así como disputas territoriales contra los Zetas Vieja Escuela. Cuenta con tres órdenes de aprehensión: una en el estado de Tamaulipas por extorsión y asociación delictuosa, otra en el estado de Coahuila por homicidio doloso y terrorismo; y una más con fines de extradición por conspiración por tráfico de drogas y lavado de dinero.
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