Con la contratación de médicos cubanos por parte del Gobierno federal para “garantizar la salud en todo el país” quedaron expuestos los problemas que enfrenta el personal de salud en México, entre los que se destaca la falta de plazas y los malos pagos.
Y es que el pasado 9 de mayo, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) anunció la contratación de 500 médicos del régimen cubano con el fin de atender a la población más vulnerable, pues en el país, aseguró, hay un déficit de profesionales de la salud.
Su declaración provocó que colegios, asociaciones y federaciones de médicos se manifestaran en redes sociales, exponiendo a los cibernautas algunas de las dificultades a las que se tienen que enfrentar para obtener una especialización.
Las limitantes de los alumnos de medicina
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y conforme a los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (EONE) correspondiente al segundo trimestre del 2021, el país contaba con 305 mil 418 médicos.
De ese total, 204 mil 630 (67 por ciento) son médicos generales, y tan sólo 100 mil 808 (33 por ciento) tienen una especialidad en alguna otra rama de la medicina.
A esta cifra se suma que cada año alrededor de 16 mil personas obtienen el título de Médico Cirujano y Partero en alguna de las escuelas en las que se imparte la profesión.
Es decir, “más de 16 mil médicos generales nuevos cada año que están buscando trabajo”, señaló en entrevista para Infobae México Jackie López, directora y creadora de la primera agencia especializada en contenido de salud en español, Salud en Corto,
Sin embargo, la profesional de la salud indicó que la mayoría de ellos no se quieren quedar con ese título por las pésimas condiciones laborales que hay y los “tan mal pagados sueldos con los que están trabajando los médicos generales”.
Por ello, los jóvenes buscan hacer una especialidad y después realizar una subespecialidad con el fin de mejorar su calidad de vida y profesional.
Pero para alcanzar este objetivo necesitan realizar el famoso Examen Nacional para Aspirantes a Residencias Médicas (ENARM), una evaluación de aplicación anual cuyo objetivo es establecer una selección de candidatos con el mayor puntaje para obtener un lugar dentro de una especialidad.
“De repente hay más, de repente hay menos, pero cada año son 50 mil personas que lo presentan, que quieren hacer una especialidad. De esas personas solamente entran, más o menos, el 16 o 18 por ciento”, subrayó Jackie López.
La gran cantidad de aspirantes provocó que el presidente López Obrador duplicara el número de plazas, acción que fue aplaudida por mucha gente, pues “ahora el 36% de las personas que hacen el examen van a poder conseguir una plaza para cursar una especialidad médica y así tener más médicos con especialidad en todo el país”.
Pero los médicos no lo consideraron una solución.
Para la profesional de la salud, el dinero invertido en la apertura de plazas pudo haberse utilizado en mejorar la calidad de las instalaciones de centros de estudio.
“Necesitan valorar las condiciones de trabajo, los sueldos, las instalaciones, los insumos. Es la manera correcta, no meter más médicos nada más”
Asimismo, el médico y activista Héctor Rossete dijo a Infobae México que en el país se necesita “una buena inversión en la infraestructura de salud”, ya que no hay hospitales que permitan hacer especialidades “dignas de merecer”.
“El cupo es limitado porque se requieren hospitales de tercer nivel equipados con alta especialidad para hacer lo conveniente en cuestión de la especialidad, nos es crear plazas porque sí, realmente lo que requiere el sector salud, a mi perspectiva, es una gran inversión para que se llegue a modificar todo”, expresó.
Del mal salario a la inseguridad: los otros retos que enfrentan los médicos
En México la mayoría de los hospitales se sostienen con médicos internistas, pasantes y residentes, lo paradójico es que es el personal que menos derechos tienen, cuentan con un bajo estímulo económico y largas horas laborales.
“Prácticamente a un médico interno le están dando apoyo quincenal de 700 a 800 pesos, un médico pasante en promedio mil 500 a la quincena y un residente oscila entre seis y siete mil quincenales”, explicó Héctor Rossete.
Y es que después de años de preparación, los profesionales de la salud esperan recibir una buena paga por sus servicios, pero en algunos casos el salario en México queda por debajo de las expectativas.
De acuerdo con el Inegi, en 2021 el pago promedio por hora trabajada era de 122 pesos; según el nivel de instrucción, las personas ocupadas como médicos y que cuentan con licenciatura percibían un promedio mensual de 17 mil 422 pesos; con maestría 21 mil 041 pesos y doctorado 26 mil 695 pesos en el mismo lapso.
El salario también difiere con el tipo de unidad económica en que se desempeñan y posición en el trabajo: el ingreso mensual el año pasado era de 20 mil 263 pesos en empresas privadas, de 18 mil 675 pesos en instituciones de salud pública y de 14 mil 114 pesos para quienes presentaron sus servicios médicos informalmente.
Al contrario de las estadísticas, los médicos han denunciado que los trabajos en el sector privado “a veces son muy mal pagados”, mientras que en las instituciones públicas no hay oportunidades de laborar, pues si bien durante la pandemia por el COVID-19 se reforzó la plantilla con médicos nacionales, muchos de ellos no han sido recontratados ante la baja en el número de contagios y hospitalizaciones. “¿Dónde van dirigidos esos médicos? Pues al desempleo”, lamentó Rossete.
“En México nos sobran médicos talentosos, sólo que se requiere un empujón en la vida laboral y la capacitación para la superación profesional, (…) inclusive en la pandemia estuvimos al pie del cañón para sacar adelante la crisis sanitaria, tanto del sector privado como el sector público”
A esto se le suma, agregó Jackie López, que los profesionales de la salud buscan instalarse en la Ciudad de México por tener hospitales e institutos equipados y especializados, pero principalmente por el tema de la seguridad. “Es un problema que está constante en los profesionales de salud, porque no hay quién proteja a los médicos”, señaló.
La doctora explicó que en ciudades “olvidadas”, donde los enfrentamientos con grupos criminales son casi comunes, los médicos se sienten olvidados y desprotegidos, ya que al final son ellos los que tienen que brindar sus servicios 24 horas, siete días a la semana. “No pueden dejar de trabajar porque ¿quién ve a sus pacientes?”, sentenció.
“No hay condiciones laborales adecuadas para que un médico realice su trabajo en otros lugares que no sean la Ciudad de México”
Finalmente, Héctor Rossete sostuvo que la inseguridad ha incrementado bastante, hasta tal grado que las autoridades de Salud han considerado desaparecer el servicio social, una labor que se otorga a la comunidad por un año al término de sus estudios.
“A veces en las comunidades muy lejanas hay mucha inseguridad, han matado médicos pasantes, los han asesinado y eso es un foco rojo para limitar ese empujoncito que tenemos de aprendizaje, que es el servicio social”
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