El posible feminicidio de Debanhi Escobar (18 años) continúa evidenciando a la Fiscalía General del Estado (FGE) de Nuevo León como un órgano “corrupto” e incapaz de hacer frente a la ola feminicida que azota la entidad.
Fue ante ese escenario que Mario Escobar, padre de Debanhi, había solicitado una reunión con el propio presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), para detallarle sobre el caso de su hija “de primera mano”; reunión que se consolidó en las primeras horas del pasado 14 de mayo.
En ésta, el mandatario se comprometió a esclarecer a fondo lo sucedido sin impunidad alguna: “Cerro corrupción, cero impunidad. Sea quien sea”, declaró el tabasqueño en la mañanera de aquel viernes. En tanto, Ricardo Mejía Berdeja, subsecretario de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), anunció que se llevaría a cabo un segundo encuentro con los padres de Debanhi, pero ante la FGE por instrucción directa de AMLO y Rosa Icela Rodríguez, titular de la SSCP.
Aún cuando Mario se dijo más tranquilo con la promesa del tabasqueño, Cecilia Patricia Flores Armenta, líder del colectivo “Madres Buscadoras de Sonora”, le lanzó un aviso respecto al incumplimiento de Andrés Manuel para estos casos.
A través de su cuenta de Twitter, Ceci Flores envió un mensaje a Mario Escobar en el cual le advirtió que las acciones de López Obrador hacia el caso Debanhi son en realidad mentiras “para salir del paso”.
Esto, argumentó la activista, tras evocar las mismas promesas que el tabasqueño le había declarado, así como a María Icela Valdez, para agilizar la búsqueda de sus hijos desaparecidos. Cabe señalar que ambas madres han sido desplazadas y amenazadas por las acciones emprendidas para encontrar a sus desaparecidos.
“Abrazo a la familia de Debanhi Escobar con profundo dolor y respeto. Y sin ninguna intención que les desanime en su búsqueda de verdad y justicia les digo que el presidente López Obrador no cumple. Miente para salir del paso. Lo hizo con doña Marisela Chaidez y conmigo.
Fue en una conferencia, del pasado 24 de junio del 2019, cuando María Icela Valdez se arrodilló para suplicar a López Obrador que la ayudara a encontrar a su hijo, Roberto Quiroa Flores (28 años), quien fue levantado en Tamaulipas, en 2014.
“Usted me lo prometió (...) El Gobernador de Tamaulipas me persigue. Tengo mucho miedo, pero tengo que buscar a mi hijo. ¿Qué vamos a hacer?”, rogaba a AMLO, mientras activistas hacían eco en Palacio Nacional con consignas de “Vivos se los llevaron y vivos los queremos”.
El 4 de enero pasado, el mandatario mexicano anunció que Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación (Segob), se contactaría con todas las madres buscadoras para “ayudarlas y protegerlas”.
Asimismo, reconoció las amenazas y resistencias que dichos colectivos deben afrontar en su búsqueda, negando - pese a ello - la existencia de algún lugar al cual su gabinete y él “no hayan podido entrar”: “Yo voy a cualquier parte”, mencionó.
La declaración surgió en respuesta a la solicitud de Ceci Flores, como líder del colectivo “Madres Buscadoras de Sonora”, para entablar un diálogo con el Jefe del Ejecutivo - esto, tras emitir una solicitud pública a capos del narcotráfico para que permitieran a la agrupación realizar los trabajos en sus territorios.
Sin embargo, a más de cuatro meses de la petición, el diálogo con el Federal no se ha llevado a cabo. Así lo confirmó Ceci en su cuenta de Twitter el 10 de mayo de pasado, en el marco del Día de las Madres.
“No nos felicite tanto, López Obrador. Las madres víctimas de este país valoramos el cumplimiento de su palabra y el que se nos reciba y atienda como prometió. Esa sería su mejor felicitación”.
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