En los últimos días, el gobierno de la Ciudad de México, encabezado por Claudia Sheinbaum Pardo, volvió a tener encontronazos con ciudadanos y simpatizantes de la oposición por diversos motivos, entre los cuales se encuentra las modificaciones realizadas a la Glorieta de la Palma.
De dicho tramo que complementa al Paseo de la Reforma se retiró la icónica palma por una plaga de hongo que le impidió seguir viviendo. Por ello, el pasado 24 de abril, en un evento público, despidieron esta especie de flora que habitaba la capital del país.
Al quedar vacío ese espacio, un grupo de personas que buscan a sus familiares desaparecidos lo tomaron para protestar y crear un nuevo antimonumento, al cual llamaron La Glorieta de las y los desaparecidos, nombre que pidieron mantener para nunca olvidar estos crímenes.
Para dejar huella tangible, los colectivos colocaron consignas y fotografías de las personas que aún no son encontradas por las autoridades federales y estatales. Además, hicieron un llamado para que más personas tomaran este lugar y lo hicieran propio con su protesta.
“Es un espacio que funcionará como un dispositivo que pretende no sólo ser un recordatorio de las miles de personas que el Estado no ha querido buscar, sino que se convertirá en un espacio en el que los familiares de las personas desaparecidas y el resto de la sociedad, podamos utilizar para que las memorias perduren como nuestra exigencia de tenerlos de regreso, y en el que traeremos a nuestros seres queridos de regreso al mostrar sus rostros y enunciar su nombre, una memoria contra la desaparición”, explicó el colectivo Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos (as) en Nuevo León través de un comunicado.
Sin embargo, pareciera que al gobierno no le encantó esta idea y decidió tomar cartas en el asunto al retirar todos los objetos que los colectivos dejaron en la glorieta, además de que colocaron vallas para proteger el lugar, situación por la cual la administración de Claudia Sheinbaum fue duramente criticada.
Entre las voces críticas se incluyó la politóloga Denise Dresser, quien tundió a la mandataria capitalina y sentenció que la CDMX dejó de ser una ciudad llena de esperanza para convertirse en “la ciudad de las vallas”.
Ya no es la ciudad de la esperanza. Es la ciudad de las vallas
No fue el único tuit que dedicó a este hecho. Horas más tarde realizó una lista de los sectores de población que este gobierno de la Cuarta Transformación (4T) ha descuidado, como a los colectivos feministas o a la misma prensa.
“Ante el reclamo de familiares de personas desaparecidas ponen vallas. Ante el reclamo de feministas ponen vallas. Ante el reclamo de feminicidios culpan a las víctimas. Ante el reclamo de periodistas asesinados minimizan/ignoran. Esto no es gobernar, es lavarse las manos”, redactó la también escritora.
Fue el pasado 8 de mayo cuando los colectivos realizaron esta acción de protesta e hicieron un llamado a que familiares de personas desaparecidas del país se sumen y agreguen fotografías de los rostros de los miembros de su familia que no han sido localizados como una “acto de apropiación”.
De acuerdo con el documento que circula en redes sociales, en el lugar se buscará que dicho espacio se consolide como un punto de espera y encuentro.
“Seguiremos convocando a más familiares para continuar con la construcción de la glorieta, sumándose a la Ruta de la memoria integrada por los antimonumentos +43, 49 ABC, +65, 68, +72, la Antimonumenta, del 10 de junio y de la Glorieta de las Mujeres que Luchan”, refirió el documento.
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