La remodelación del Mercado El Alto ubicado en la zona de monumentos históricos de Puebla permitió que se encontraran vestigios de obras arquitectónicas del siglo XVIII y XIX.
Las investigaciones de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) afirman que estas estructuras eran una fuente y un canal para transportar agua.
El descubrimiento ha permitido ampliar el conocimiento de los investigadores sobre cómo era el desarrollo urbano y los espacios públicos de aquellas épocas.
Adriana Sáenz Serdio, investigadora del INAH, señaló que este sitio guarda un gran potencial arqueológico, ya que el Mercado El Alto es un lugar histórico por haberse construido en los años treinta encima de la plazuela más antigua de la ciudad, además de estar ubicado tras el Convento de San Francisco.
En aquellos años, esta plaza se comunicaba con el antiguo camino de Puebla a Veracruz por lo que los elementos descubiertos dejan ver el porqué de su construcción en ese lugar.
Según declaraciones del INAH, se cree que el canal pudo haber abastecido a toda esa zona. El agua se transportaba desde la ciénega de los cerros cercanos hasta el convento. Es por eso que la construcción atraviesa toda la superficie del mercado en dirección al noreste y sureste.
Los vestigios permitieron revelar que la obra arquitectónica estaba construida con tabiques unidos con argamasa, una cubierta de lajas y una tubería de barro de 15 centímetros en el interior.
El sistema hidráulico es deL siglo XIX y el canal mide 0.45 metros de ancho y con una altura de 0.50 metros. Otro de los hallazgos fue la base la primera fuente de la plazuela del barrio.
Por los materiales cerámicos de la fuente, se deduce que se construyó en el siglo XVIII pero aún no se confirma completamente esta hipótesis. Mide alrededor de 9.40 metros en la base con tres niveles: un empedrado que la rodea; dos escalones de cantera para dar acceso a las personas y un brocal de tabiques unidos con argamasa de cal y arena.
El cronista David Ramírez Huitrón menciona que los escalones de la fuente funcionaban como obstáculo para los animales de carga, es decir, caballos burros, entre otros. Hacían esto para que no tomaran agua de la fuente y no se contaminara.
Se hallaron elementos muebles como tiestos cerámicos y de vidrio, así como también se encontraron huesos de animales que reafirmarían la existencia de un mercado ambulante que se ponía en la plaza en la época de los treinta.
El Ayuntamiento de Puebla, la Secretaría de Cultura Estatal, los investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia y la Gerencia del Centro Histórico de Puebla y Patrimonio Cultural determinaron que se dejaría un espacio dentro de la remodelación del mercado.
El proceso de las obras conducidas por el gobierno estatal se modificó debido a los descubrimientos arqueológicos. El equipo de especialistas está conformado por el doctor Sergio Suárez Cruz, el aval académico del salvamento, la arquitecta Elisa Vázquez Camargo y la estudiante de historia Rosa Ávila Mauro.
El objetivo es mostrar la existencia de la fuente y del canal hidráulico, Todos los registros de estas obras arquitectónicas ya se encuentran cubiertos y protegidos. Ningún elemento se dañó por la remodelación.
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