Luego de que la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León encontrara el cuerpo de Yolanda Martínez el pasado domingo 8 de mayo en un predio despoblado en la colonia Los Huertos del municipio de Juárez, varios objetos fueron hallados en el lugar donde se localizó su cadáver.
Se trata de varias pertenencias de la joven de 26 años, así como otros artículos que actualmente son analizados por los peritos correspondientes, pues algunos de ellos podrían ser sustancias tóxicas.
En conferencia de prensa, el vicefiscal del Ministerio Público de Nuevo León, Luis Enrique Orozco, detalló que en la zona del hallazgo no se encontraron casquillos, armas u otro instrumento que haya sido usado para herir a Yolanda, pues además su cuerpo no presentaba indicios de violencia o tortura.
Entre los objetos asegurados por la Fiscalía se encontró una bolsa negra con la leyenda “Mary Kay”, la cual fue la misma que portaba la joven al momento de su desaparición el pasado 31 de marzo en la colonia Constituyentes de Querétaro. Esta bolsa se encontraba bajo la cabeza de Yolanda, a manera de almohada, pues cabe recordar que su cuerpo fue hallado boca abajo.
Asimismo, se localizaron varias pertenencias de la joven, como una identificación oficial del Instituto Nacional Electoral (INE), prendas de vestir, una tarjeta de débito de Banorte y un teléfono celular, el cual se consideró como pieza fundamental en las investigaciones, pues con el dispositivo se podrían conocer las posibles comunicaciones que pudo haber realizado Yolanda previo a su deceso.
Además, se localizaron un par de botellas de plástico y un vaso de unicel con el siguiente texto escrito con tinta negra: “Te amo negrito. Ya me voy. Te voy a extrañar. Márcame guapo”, acompañado de un número telefónico. Para ello, se realizarán análisis por parte de peritos en grafoscopía para verificar si Yolanda fue quien escribió esas palabras, así como estudios de dactiloscopia para determinar si el vaso tiene impregnadas las huellas dactilares de la joven.
“Lo que contiene el vaso y el análisis tanto de lo que habíamos reflejado de las huellas que se puedan obtener de él, la letra que se encuentra en ella escrita, también implica la revisión del contenido que tenía este vaso”, detalló la titular de la Fiscalía Especializada en Feminicidios, Griselda Núñez Espinoza.
Cabe mencionar que el vaso de unicel no fue localizado en las inmediaciones del lugar del hallazgo, sino que fue encontrado en los límites del predio con la vía pública, pero debido a su contenido y ubicación se consideró relevante por el Ministerio Público para su respectivo análisis. Por el momento no se informó la sustancia que pudo ser vertida en él.
De igual manera, se hallaron dos recipientes con la leyenda “Peligro” que posiblemente contenían sustancias que podrían resultar nocivas para la salud humana. El primero de ellos es un tubo alargado de color blanco que, de acuerdo con el vicefiscal, podría contener fosfuro de aluminio, un insecticida o fumigante para granos. Sin embargo, los peritos de química forense realizarán los análisis necesarios para determinar la sustancia contenida.
“Este recipiente se encontró justo en la unión que hicieron los brazos del cadáver de Yolanda. Se encontraba incluso depositado en el tejido ya en proceso de descomposición natural por la muerte”, detalló Enrique Orozco.
El segundo recipiente es de color blanco y lleva una etiqueta que dice “Control 24E”, además de la advertencia “Peligro”. Según el vicefiscal, el bote podría contener clorpirifos, un insecticida usado en viviendas y en la agricultura. Una vez se haya determinado el contenido de las sustancias en ambos recipientes, se procederá a realizar un análisis de cabello para verificar si dichas sustancias se encontraban en el cuerpo de Yolanda.
Algo importante a destacar es que la principal línea de investigación que se tiene hasta el momento indica un posible suicidio, en vez de un feminicidio. “Estos indicios hacen suponer como la más sólida línea de investigación la del suicidio”, aseguró Luis Enrique Orozco.
Y es que según la Fiscalía, hay unas entrevistas integradas en la carpeta de investigación que señalan un supuesto estado depresivo en Yolanda y de ideas probablemente suicidas, aunque el abuelo de la joven, Eduardo Martínez, aseguró que “ella no se envenenó”.
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