El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) informó que un grupo de investigadores identificaron un fémur y una mandíbula que podrían ser de mamut. Están localizados a poco más de dos metros de profundidad en un predio particular de San Lorenzo Toxico en Ixtlahuaca, Estado de México.
Los huesos, que tienen un tamaño de 67 y 27 centímetros, se encuentran en buen estado, sin fragmentación y se encontraban cerca de materia orgánica carbonizada que será útil para determinar su antigüedad exacta mediante el método de carbono 14. Sin embargo la encargada del proyecto, Ana Laura Navarro Martínez, detalló que también se tendrá que determinar si el material orgánico, que podría pertenecer a un árbol, está asociado al mismo estrato geológico que el de los restos óseos.
La arqueóloga señaló que el cálculo provisional se realizó: “tomando como referencia la temporalidad de mamuts descubiertos anteriormente en San Mateo Atenco y en Metepec, localidades del mismo valle ubicadas a 45 minutos aproximadamente de San Lorenzo Toxico.” Por lo que provisionalmente los especialistas determinaron que datan de hace más de diez mil años.
La zona geográfica también ha permitido a los expertos señalar tentativamente que son de un mamut colombino, que es el gran mamífero que, acorde con las investigaciones, habitó en el Valle de Toluca. Sin embargo, solo se sabe con certeza que pertenecen a la familia Proboscidea, caracterizada por sus grandes dimensiones y la presencia de trompa.
Al respecto Navarro dijo: “Será hasta que especialistas en megafauna hagan el análisis cuando se definirá si pertenecen a un ejemplar de la especie del mamut, ya registrada en Toluca.” También agregó que este descubrimiento permitirá aumentar el conocimiento acerca de la megafauna que vivió en la zona miles de años atrás.
Hasta el momento los investigadores han realizado un modelo fotogramétrico pero desconocen si las piezas pertenecen a un solo individuo, además de otros datos relevantes como la edad y el sexo. Para poder realizar los estudios pertinentes para ampliar la información primero se estabilizarán los restos óseos, se regulará su temperatura y finalmente serán trasladados al Centro INAH Estado de México.
El instituto dialogará con las autoridades municipales para determinar si los restos estarán resguardados permanentemente o si existe el interés y la viabilidad para que en el futuro sean exhibidos en Ixtlahuaca, lugar donde fueron localizados a principios del mes pasado en una propiedad privada.
Las labores de rescate arqueológico serán llevadas a cabo en los próximos días. Además de rescatar el fémur y la mandíbula, los encargados de la tarea realizarán una inspección detallada para determinar si hay más elementos enterrados en los perfiles inferiores del suelo.
Cabe mencionar que quienes detectaron la presencia de los huesos fueron miembros de la familia que habita en la propiedad. Los residentes realizaron el hallazgo durante la construcción de una cisterna e informaron del acontecimiento al INAH, que corroboró que se trataba de restos paleontológicos y determinó que una de las piezas tiene un impacto provocado sin intención por el pico con el que se realizaban las labores de excavación para construir el depósito de agua.
Este reciente hallazgo se suma a la localización de cientos de vestigios paleontológicos en los terrenos del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA). Actualmente algunos de los restos óseos se encuentran exhibidos en el Museo del Mamut, localizado en el nuevo aeropuerto, que cuenta con seis salas de exposición y un espacio virtual inspirado en el Pleistoceno.
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