El cineasta y productor, Epigmenio Ibarra, se refirió este martes al asesinato de las periodistas Yessenia Mullinedo Falconi y a Sheila Johanna García Olivera, acto que calificó como un intento desestabilizador del crimen organizado.
El ataque donde las comunicadoras perdieron la vida ocurrió este lunes por la tarde en Cosoleacaque, Veracruz, por lo que el gobernador morenista, Cuitláhuac García, agradeció el apoyo inmediato de la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana del gobierno federal, Rosa Icela Rodríguez, y aseguró que la justicia dará con los “perpetradores de este crimen”.
Considerado como uno de los intelectuales que simpatizan con la Cuarta Transformación, Ibarra escribió a través de su cuenta en Twitter: “Continúa, con su atroz modalidad táctica de asesinatos selectivos y en cadena de periodistas de medios locales, su esfuerzo desestabilizador el crimen organizado. Asesina a Yessenia Mullinedo Falconi y a Sheila Johanna García Olivera en Cosoleacaque, Veracruz”.
Con este doble asesinato, suman 11 los comunicadores que pierden la vida en México en lo que va del 2022, considerado el arranque de año más violento para la prensa mexicana.
Yessenia Mollinedo, directora del portal El Veraz, y la reportera del mismo sitio, Sheila Johana García, murieron por disparos de arma de fuego mientras estaban afuera de una tienda de autoservicio, informó la Fiscalía de este estado, caso por el que inició una carpeta de investigación.
La fiscal de Veracruz, Verónica Hernández Giadáns, dijo que “no habrá impunidad, se agotarán todas las líneas de investigación, incluida su actividad periodística”.
Año difícil para la prensa mexicana
Las muertes de Yessenia Mullinedo Falconi y a Sheila Johanna García Olivera ocurrieron apenas días después del asesinato del periodista Luis Enrique Ramírez Ramos, cuyo cuerpo fue localizado el 5 de mayo, envuelto en una bolsa negra de plástico, en un camino de tierra cerca de la ciudad de Culiacán, en Sinaloa.
El sitio de noticias para el que trabajaba Ramírez Ramos, “Fuentes Fidedignas”, informó que había sido secuestrado cerca de su casa.
Doscientas personas se concentraron el lunes por la tarde en el monumento Ángel de la Independencia, en la capital mexicana, para protestar por el asesinato de Ramírez Ramos y otros comunicadores.
“En todo este tiempo no he dejado de pensar en la facilidad con que matan a un periodista en México”, dijo en la concentración Griselda Triana, esposa del periodista Javier Valdez, asesinado en 2017.
Valdez era un reportero galardonado que se especializaba en cubrir el narcotráfico y el crimen organizado en Sinaloa.
“Es mucho el enojo, la indignación, la impotencia, saber que venimos aquí a manifestarnos por el asesinato de Luis Enrique Ramírez, ocurrido hace unos días en Culiacán, Sinaloa, y nos agarra aquí la noticia del asesinato de dos mujeres periodistas en Veracruz”, expresó Triana. Hay que solicitarle a las autoridades que pongan freno a “esta matanza de periodistas”, añadió.
México es el país más violento del hemisferio occidental para el ejercicio del periodismo, según el Comité para la Protección de los Periodistas, un organismo activista de protección a la prensa con sede en Nueva York. De acuerdo con sus datos, nueve periodistas fueron asesinados en 2021 en el país.
La dificultad para esclarecer los homicidios de reporteros y activistas es un grave problema en México, según reconoció el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas, quien en diciembre admitió que la impunidad en esos casos supera el 90%.
El coordinador general de Comunicación Social de la Presidencia, Jesús Ramírez, dijo que los gobiernos federal y estatal trabajarán juntos para investigar los asesinatos.
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