Además de ejercer como la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México (CDMX), Claudia Sheinbaum es una de las personalidades que más ha vislumbrado para representar a Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en los presidenciables 2024.
Y es que, pese a la negativa del presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) por oficializar nombres de sus candidatos ideales, éste no ha dudado en incluir a la mandataria capitalina en las opciones con las que, presume, su partido cuenta para relevarlo.
Diversas opiniones han apuntado a Sheinbaum como la favorita del tabasqueño para relevar la silla presidencia, pero - hoy en día - las polémicas han puesto en duda la reputación de quien AMLO vislumbra como “la más apta para manejar desde las sombras”, dijo Carlos Loret de Mola.
“Ella, en un abierto y penoso actuar de congraciarse con su mentor, ha decidido cambiar de personalidad y traicionar el perfil político que había construido sobre sí misma”.
En su columna para The Washington Post, el periodista explicó que la capitalina se ha encargado de corromper la imagen con la cual ganó la gubernatura de la CDMX para convertirse en “una mala copia de López Obrador”.
Esto, dijo, tras adoptar sus mismos discursos de odio y argumentos para justificar los escándalos que habrían de tambalear su futura candidatura: “Ya ni siquiera se esfuerza en guardar las apariencias”, sentenció.
Sin embargo, el columnista advirtió que adoptar esta personalidad (necesitada de “un carisma y conexión que no tiene”) implica el descuido por recuperar la simpatía de las clases medias y media altas que la llevaron al poder capitalino en 2018 - y quienes habrían plasmado su inconformidad mediante los sufragios del 2021 cuando la oposición se llevó la mitad de las alcaldías.
Además - y no suficiente con ello - se aúna el “desastroso manejo de crisis” que, según Loret, se reflejó en dos escándalos de su administración: el manejo de la pandemia del COVID-19, por el alto número de muertes y el uso sin fundamento de Ivermectina; y el desplome de la Línea 12 del Metro, a cuyo último peritaje se le ha restringido la publicación por, según Sheinbaum, “ser deficiente, tendencioso y falso”.
Es por ello que el también colaborador de Latinus señaló a la Jefa de Gobierno por abandonar la inteligencia que tanto demostró en su precampaña al cargo para simpatizar con las prácticas e ideales de López Obrador, “su padrino político”.
Debido a esta caída en picada de la imagen Sheinbaum, AMLO se habría visto en la necesidad de voltear por un “plan B”, aunque, aclaró Loret, ninguna persona de su militancia cumpliría con lo que él busca para el relevo: oratoria que movilice, conexión natural con las masas y alguien quien le garantice ser su marioneta.
“Adán Augusto López, quien también se ha radicalizado para complacer al presidente (...) tampoco tiene el atractivo, ni una oratoria que movilice (...) Marcelo Ebrard, (...) AMLO lo ha dejado recurrentemente de lado, quizá porque siente que no le garantiza ser su marioneta”, explicó.
“La buena noticia para AMLO hasta el momento es que la oposición no tiene figuras que puedan competir en la elección. Aunque tal vez es mejor no tener figuras que tener las que tiene el presidente para su sucesión”, remató.
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