México lleva más de una década siendo azotado gravemente por el crimen organizado y bandas del narcotráfico, lo que se ve lamentablemente reflejado en los cientos de miles de asesinato que solo han manchado de sangre el territorio nacional. En ese contexto de violencia, un estudio ha actualizado el número de organizaciones criminales que se encuentran operando en el país. Y el lugar en donde se encuentra la mayor cifra de esas agrupaciones es la propia Ciudad de México.
El análisis creado por la base de datos BACRIM 2020, que fue desarrolllada por investigadores del Programa de Política de Drogas del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), alertó que se identificaron por lo menos 150 grupos del crimen organizado a los largo y ancho de las 32 entidades mexicanas. De estas, la capital del país es donde más grupos hay, en su mayoría se trata de bandas chicas que están envueltas en delitos de robo y extorsión, así como en el narcomenudeo. Estado de México, Moreleos Guerrero, Michoacán y Chihuahua son las entidades que también destacan en la estadística.
De igual manera, el estudio ofrece información sobre qué tanta presencia criminal se tiene en cada estado; qué actividades llevan a cabo dichas organizaciones; cuáles son las alianza y rivalidades que los grupos tienen entre sí.
Por ejemplo, respecto al tipo de labores que realizan se encuentran las del tipo presencia no violenta, como entrega de despensas o la implementaciòn de toques de queda; los conflictos armados entre grupos rivales; la interacciòn con fuerzas de seguridad, como las detenciones o los enfrentamientos; narcotráfico y otros delitos, del tipo secuestro o extorsión.
Asimismo, el estudio localizó 162 alianzas entre las asociaciones delictivas y unas 179 situaciones de rivalidad. Mientras que el los tipo de organizaciones que hay se encuentran las del tipo criminal, brazos armados o las células criminales que operan de manera local.
En tanto, otro análisis alerta que la cifra de organizaciones suma más de medio millar. La organización Crisis Group afirma que al menos 543 grupos armados —nacidos entre 2009 y 2020— conforman la geografía criminal de México.
De acuerdo con Crisis Group, estas células delictivas varían en tamaño y alcance. Al menos 212 operan como escisión de organizaciones criminales más grandes, como el Cártel de Sinaloa —conocido también como La Federación— que tiene el mayor número de brazos armados.
El estudio revela que 107 de estos grupos se originaron como resultado de divisiones de cárteles, por ejemplo Los Zetas, que en 2010 controlaban desde Tamaulipas a Guatemala y ahora existen como organizaciones independientes, siendo el Cártel del Noreste y los Zetas Vieja Escuela.
Alrededor de 87 grupos criminales se aliaron con organizaciones criminales por un corto tiempo y en ciertas regiones del país. El estudio clasifica a 10 organizaciones delictivas como la agrupación de varias bajo un solo nombre, entre ellos Cárteles Unidos que pelea contra el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en Michoacán.
La proliferación de los grupos criminales en determinada región, así como la presencia de cárteles de la droga grandes, podría incrementar la violencia.
En un mapeo realizado por Crisis Group se indica que los estados de Sonora, Chihuahua, Michoacán, Guerrero y Tamaulipas son las regiones donde más presencia criminal hay, en comparación con las entidades de Baja California Sur, Yucatán, Campeche, Tabasco, Tlaxcala y Nayarit donde han sido contabilizados de una a tres células delictivas.
Así, no es de extrañar que un informe, elaborado por la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional, ubicara a México en el cuarto lugar de países con mayor crimen organizado.
Según el estudio, la nación gobernada por Andrés Manuel López Obrador se ubica tan solo debajo de Congo, Colombia y Myanmar, que han sido identificados como países en conflicto y con gobiernos frágiles. El listado está elaborado tomando en cuenta 193 naciones.
México, de acuerdo con el documento, cuenta con unos de los grupos criminales más sofisticados del mundo. “Los cárteles de la droga controlan el territorio en gran parte de México, cooptando al Estado a través del soborno y la intimidación, con el objetivo de facilitar sus actividades ilícitas”, se lee.
Aunque el país ocupa el cuarto lugar en criminalidad, encabeza otros mercados criminales como trata, tráfico de personas, armas, comercio de heroína, cocaína, cannabis, drogas sintéticas, delitos contra la flora, fauna y recursos no renovables.
“México es un país de tránsito para la trata de personas, principalmente para las víctimas centroamericanas que se dirigen al norte (EEUU). El tráfico sexual también es sustancial”.
Uno de los factores que reduce la capacidad del Estado mexicano para combatir el narcotráfico es la pérdida de democracia.
“Las deficiencias estructurales del sistema legal de México obstaculizan su capacidad para combatir el crimen organizado. Aunque el país ha ratificado una variedad de tratados internacionales y tiene numerosas leyes relacionadas con el crimen organizado, estas no se aplican bien y están paralizadas por la corrupción”.
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