“Era como si el agua hirviera”: el tsunami que azotó un sitio clave de Tenochtitlan

El fenómeno se habría generado en el Peñon Viejo, Iztapalapa, provocando que las grandes olas llegaran hasta el centro de la ciudad

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Aún no es posible confirmar la fecha del tsunami.
Foto: INAH
Aún no es posible confirmar la fecha del tsunami. Foto: INAH

El arqueólogo de la Universidad de Colorado, Gerardo Gutiérrez Mendoza, presentó los modelos generados en una investigación de casi una década donde se confirma que un tsunami azotó el lago de Texcoco. Esto, en el marco de la conferencia “Arqueología digital: drones y sensores para el registro y levantamiento de sitios y realidad virtual”, celebrada dentro del ciclo “La arqueología hoy” que lleva a cabo El Colegio Nacional.

El estudio surgió de preguntarse si fue posible que un fenómeno natural como ese ocurriera en el lago durante la época prehispánica, ya que varios textos antiguos afirmaban que tal hecho sí ocurrió. “El agua del lago se hizo espuma […] Era como si el agua hirviera, como si hirviera con un sonido de crujido […] Y llegó a las bases de las casas, y se inundó, desmoronó las casas”, se puede leer en el Libro 12 del Códice Florentino.

Gerardo Gutiérrez Mendoza y Leonardo López Luján durante el ciclo de conferencias "La arqueología hoy" de El Colegio Nacional.
Foto: INAH
Gerardo Gutiérrez Mendoza y Leonardo López Luján durante el ciclo de conferencias "La arqueología hoy" de El Colegio Nacional. Foto: INAH

Gutiérrez Mendoza señala que el códice fue la inspiración de la investigación: “En el códice se menciona textualmente que el agua hirvió y ‘muy lejos llegó a medida que subía hacia arriba [sic]… Esto es algo que solamente puede describir alguien que ha presenciado una onda de tsunami”, comentó el investigador durante la ponencia.

Fue así que un grupo conformado por miembros de la Universidad de Colorado, en Estados Unidos, la Universidad de Málaga, en España y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se trasladó a la alcaldía Iztapalapa en la Ciudad de México, al cerro del Peñon Viejo. Esta formación rocosa es un volcán extinto de más de 2.5 millones de años, el cual, es atravesado por dos fallas geológicas.

Gracias al uso de drones y sensores, se crearon modelos tridimensionales para confirmar el desplazamiento del cerro Peñón Viejo.
Foto: INAH
Gracias al uso de drones y sensores, se crearon modelos tridimensionales para confirmar el desplazamiento del cerro Peñón Viejo. Foto: INAH

Gracias al uso de tecnologías de realidad virtual se implementaron estudios de volumetría, fotogrametría de deslizamientos y, con el uso de drones y sensores, se crearon modelos de terreno, lo que permitió confirmar que sí ocurrió un deslizamiento de materiales que fueron a parar al lago, provocando el levantamiento de una gran masa de agua. Así, el fenómeno se provocó por el hundimiento de la falla del Peñón.

El equipo internacional calculó que la cantidad de materia desplazada fue de aproximadamente dos millones de metros cúbicos, provocando que 700 mil metros terminaran bajo el agua. “Nuestro primer resultado es que el volumen de material que cayó al lago sí pudo generar una onda de tsunami”, confirmó el investigador. A su vez, señaló que habrían transcurrido 17 minutos con 55 segundos para que el tsunami llegara a la ciudad de Tenochtitlan.

La caída de 700 mil metros cúbicos de materiales en el lago, ocasionó el tsunami. 
Foto: INAH
La caída de 700 mil metros cúbicos de materiales en el lago, ocasionó el tsunami. Foto: INAH

Gutiérrez Mendoza sostuvo que esta demostración confirma que al menos un tsunami ocurrió en la zona, abriendo la posibilidad de que hayan sucedido otros más. También, aclaró que el estudio no determina la fecha del suceso, por lo que no se puede precisar si fue durante la ocupación de los mexicas en la isla o antes de ellos. “Para un dato temporal preciso necesitamos de un proyecto arqueológico, por ejemplo, un salvamento en la zona que permita realizar fechamientos por radiocarbono”, agregó.

Por su parte, el coordinador del ciclo e investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Leonardo López Luján, comentó que “hoy recurrimos a imágenes satelitales y fotografías de alta resolución que nos ayudan a analizar el paisaje donde se asentaron sociedades antiguas, nos valemos también de estaciones totales y programas informáticos para fotografiar el terreno y elaborar planos extremadamente detallados, y levantar sobre ellos reconstrucciones hipotéticas que nos permiten capturar milimétricamente la información en tres dimensiones”; señalamientos con los que el coordinador rescató la importancia de las nuevas tecnologías en los avances arqueológicos.

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