La angustia de los policías de Sultepec, Estado de México, fue más cruda de lo que mostraron los videos publicados en redes sociales.
La noche del martes, agentes estatales fueron emboscados por sicarios armados, en las imediaciones de la fiscalía del municipio.
De acuerdo con los reportes, la agresión ocurrió alrededor de las 20:00 horas dejó un saldo de al menos dos elementos heridos, quienes recibieron un disparo en el hombro y pierna. Las instalaciones se encontraban vacías pues sólo son utilizadas como resguardo de los agentes.
“Apoyo, apoyo en chinga, porfa. Estamos en la fiscalía de Sultepec, necesitamos apoyo”, se esucha en uno de los audios, enviado al momento del ataque.
Através de Twitter, la Fiscalía informó que ya realiza acciones operativas en la zona para resguardar otras instalaciones.
Sultepec, al sur de Estado de México, es dominado por el grupo criminal la Familia Michoacana, que en los últimos meses se encuentra detrás de los ataques a policías.
Hace un año, pistoleros de este grupo criminal asesinaron a 13 agentes estatales en Coatepec de Harinas.
Los oficiales realizaban labores de patrullaje por la zona de Llano Grande cuando fueron atacados, con lo cual, ocho estatales y cinco efectivos de la fiscalía mexiquense perdieron la vida.
El grupo criminal michoacano ataca con tácticas guerrilleras aprovechando el territorio agreste, domina la zona sur mexiquense bajo el liderazgo de Jhony el Mojarro y José la Fresa, los hermanos Hurtado Olascoaga, quienes son cabecillas del grupo criminal junto con el Comandante Mala y Silverio Martínez Hernández, alias Fierros. Otro de sus líderes es Medardo Hernández Vera, el Cien o Lalo Mantecas.
En ese sitio existe una alianza entre dicha organización delictiva y los Caballeros Templarios, con la cual han logrado desplazar a la célula delictiva Guerreros Unidos de buena parte del territorio.
El apellido Hurtado Olascoaga, comenzó a escucharse con fuerza en 2014, cuando las autoridades mexicanas ofrecieron una cuantiosa recompensa por su paradero.
Las investigaciones revelan que los hermanos fueron enviados a Estado de México por uno de los jefes de la Familia Michoacana, para que tomaran el control de la región limítrofe con Guerrero, que la componen los municipios mexiquenses de Bejucos, Luvianos, Tejupilco y Tlatlaya.
Los Hurtado Olascoaga y 18 sicarios que llegaron a “limpiar la zona” fueron responsables de la ola de secuestros que a principios de la década pasada se desató en Valle de Bravo; probablemente la zona más exclusiva de la entidad mexiquense.
A principios de julio del 2020, la brutalidad inusitada y fanatismo de la Familia Michoacana atrajeron la atención de las autoridades del Estado de México. Esta organización no sólo mata a sus rivales y lucra con el narcotráfico y la extorsión, sino que también declararon la guerra a los policías de la entidad.
De acuerdo con el registro de la organización Causa en Común, los estados con más policías asesinados son: Zacatecas (21), Guanajuato (14), Veracruz (11), Michoacán (9), y Sonora (9).
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