El Instituto Nacional de Antropología e Historia dio a conocer el hallazgo de una vivienda mexica, ofrendas y una escultura durante la supervisión arqueológica en el proyecto de modernización de la Subestación de Energía Eléctrica de Alta Tensión Buen Tono ubicada en la colonia Centro en la Ciudad de México.
Se trata de una casa habitación registrada en un predio en la intersección de las calles Delicias y Buen tono, la cual fue asociada a una zona chinampera de la antigua Tenochtitlan, además se aclaró que es posible que para el siglo XIX ese terreno fuera ocupado en mayor parte por los baños públicos Las Delicias.
Una de las industrias que llegaron a México en el periodo porfirista fue la tabacalera. En 1893 se creó la Compañía Manufacturera de Cigarros sin Pegamento El Buen Tono, S. A, una de las compañías más exitosas de cigarros llamada El Buen Tono, nombre que lleva la Subestación de Energía Eléctrica.
Alicia Bracamontes Cruz, responsable del salvamento arqueológico, detalló que el predio se ubicaba en los límites de los barrios Yopico y Teocaltitlán dentro de la parcialidad de Moyotlan, una de las cuatro que integraban la antigua Tenochtitlan.
El equipo conformado por quince arqueólogos y medio centenar de trabajadores han explorado dos y media hectáreas del predio, recalcando la transformación que ha tenido el área: desde zona residencial y chinampera de la capital Tenochca, en el México Independiente tras las leyes de desamortización y la industrialización porfirista.
“Los restos de la vivienda mexica identificados se distribuyen en 400 m2. En tanto, la zona de chinampas consiste en canales delimitados para su comunicación con el resto del islote, y contó con un embarcadero. De los canales quedan como testigos vigas de madera que se extienden en dos direcciones, en aproximadamente 40 m”, declaró el INAH.
Los hallazgos que se encontraron dentro del área fueron elementos bajo los pisos de adobe los cuales tenían de 11 a 15 cm de grosor y entre ellos se encontraron un par de vasijas funerarias que contienen restos óseos de infantes, además de un par de entierros relacionados con una ofrenda de incensarios, malacates y herramientas para hilar.
Por debajo de los pisos se encontró una escultura de piedra correspondiente al Posclásico Tardío de 60 cm de alto, la cual se encontraba orientada al este. “Representa a un hombre con maxtlatl o taparrabo, en posición de lanzar algo. La falta de pulimento en el cuerpo indica que fue inacabada y se especula que la ocultaron intencionalmente en la época del contacto español, a partir de 1521 d.C., para lo cual rompieron tres apisonados de barro”, informó el INAH.
La arqueóloga Bracamontes Cruz afirmó que el terreno fue ocupado por los baños públicos “Las Delicias”, razón del nombre de la calle, ya que se hallaron pisos de baldosas de baño con grandes coladeras y un sistema de desagüe bien construido en el área noroeste de la nueva subestación.
La especialista concluyó que el trabajo de salvamento arqueológico será prolongado debido al hallazgo también de contextos de talleres de talabartería y de cerámica que datan de la época colonial; el terreno funcionó hasta finales de 1960 y entre sus actividades productivas había una jabonería.
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