Sin agua limpia ni toallas sanitarias: reclusas de Santa Martha sufren dermatitis y alopecia por falta de higiene

El penal no provee de toallas sanitarias, ni agua limpia, ni uniformes, ni focos; muchas de las mujeres padecen problemas dérmicos

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Así sobreviven las mujeres al interior de Santa Martha Acatitla (Foto: Infobae)
Así sobreviven las mujeres al interior de Santa Martha Acatitla (Foto: Infobae)

Arturo Zaldívar, ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), anunció que el 11 de mayo visitará el centro penitenciario femenil de Santa Martha Acatitla, ubicado al oriente de la Ciudad de México, en consecuencia, Infobae México contactó a Citlalli Fernández, creadora del colectivo Ave Fénix México, para que ampliara la óptica del cómo se vive en la cárcel para mujeres más famosa de México.

Citlalli Fernández es una veterinaria que por un problema legal en la adquisición de un inmueble relacionado a un familiar, pasó algunos meses en Santa Martha. Ese hecho la trastocó, pues le hizo abrir los ojos a una realidad que pocos se dignan a ver: la vida de las mujeres al interior de un penal.

Históricamente, la mujer ha sido objeto de diversos estigmas sociales, que se agudizan si éstas llegan a pisar el reclusorio o si contravienen a la ley, por lo que las mujeres suelen ser abandonadas por sus amigos y familiares cuando están en reclusión: “por algo están ahí”, dice el vulgo cuando ellas son privadas de su libertad.

“La sociedad te señala mucho, a lo mejor eres inocente, pero te juzgan , pero ya después se me quitó la pena […] No hice nada malo, mi familia tampoco”
La fundadora de Ave Fénix México explicó cómo son las condiciones de vida dentro del penal

Sin embargo, una realidad documentada es que en el sistema de justicia mexicano se usa y abusa de la prisión preventiva oficiosa como medida cautelar, por lo que las personas de escasos recursos suelen quedar en prisión por mucho más tiempo del que una persona que tenga la capacidad de pagarse una representación legal privada.

Es la combinación entre el andamiaje legal y el abandono del Estado la que propicia condiciones sumamente precarias a las reclusas de Santa Martha. De hecho, la precariedad es tanta que se violentan los derechos más básicos de las internas. Esto porque el acceso al agua limpia es sumamente reducido, pues además de estar controlado ferozmente por la autoridad, la calidad del agua es de dudosa limpieza.

En entrevista exclusiva para Infobae México, la activista explicó cómo es el acceso al agua limpia, toallas sanitarias, productos de limpieza y uniformes al interior del penal de Santa Martha. Asimismo, narró que para tener luz al interior de la celda, se debe de comprar los focos.

Refirió que “el agua que llega a Iztapalapa (alcaldía donde se localiza el penal) llega horrible, el agua llega mal”. Además, refirió que se trata de agua residual tratada al interior del penal, por lo que ésta se somete a procesos químicos que suelen tener efectos adversos en las mujeres.

Citlali Fernández, creadora de Ave Fénix, explicó a Infobae Máxico cómo es que se decidió para hacer la colecta en beneficio de los niños del penal
“Yo lo viví y muchas compañeras, sé que lo están sufriendo, la mayoría de las personas tienen problemas de la piel y de pelo, ¿por qué?, porque esa agua que se va reciclando, y se va tratando, pues te tienes que estar bañando y lavando tus cosas”

“Las dermatitis y los problemas de pelo son tiro por viaje”, señaló, por lo que las alergias y ronchas son síntomas que se suelen repetir entre las internas. Sostuvo que esa agua tiene químicos, los cuales generan reacciones adversas.

“Esa agua se usa para lavar tu ropa, para bañarte, lavar tus cosas donde comes, cobijas […] Hubo una época en que salía color tamarindo (café), horrible, como si fuera del color del vinagre de manzana”
Ana Patricia estuvo presa por robar 200 pesos; sin embargo, hubo muchas anomalías durante el proceso, por lo que el colectivo Ave Fénix la pudo dejar en libertad

Como si esto no fuera suficiente, el flujo del vital líquido no es constante. Fernández explicó que el acceso al agua, además de ser impuro, es dosificado en horarios muy reducidos y muy estrictos.

“El agua llega en la mañana y en la noche, es decir, te la abren un rato (de 06:00 a 08:00 horas), por lo que debes detener tus cubetas para almacenar tu agua para lo que necesites”

Después, de manera irónica, recordó que el “agua de tamarindo” cambió a “agua de horchata”. “Después, como que le cambiaron los químicos, y salía entre transparente/blanca. Ya no parecía agua de tamarindo, ya parecía agua de horchata”.

Mujeres marchan para exigir menstruación digna en la Ciudad de México (Foto: EFE / Sáshenka Gutiérrez)
Mujeres marchan para exigir menstruación digna en la Ciudad de México (Foto: EFE / Sáshenka Gutiérrez)

Respecto al acceso de toallas sanitarias, delató que el Estado no provee esta indumentaria básica: “no te dan ni una al mes, todo lo que son de primera necesidad. Toallas sanitarias las tienes que conseguir (por tu cuenta)”. Explicó que las reclusas que no pueden acceder a toallas, improvisan con calcetines o papel.

“No hay quien te brinde eso, si tu familia no te lo lleva o si tienes la suerte de que una amiga te preste una”

Una situación similar ocurre con el acceso a la electricidad, ya que si bien la celda cuenta con instalación eléctrica, no tiene foco, por lo que es responsabilidad de la prisionera acceder a este lujo. “lo único que te da la institución es tu comida que se llama ‘rancho’, y luz, hay luz en la estancia”, pero sin bombilla. Finalmente resaltó que no hay uniforme por parte de la institución, “te dicen de qué color debes vestir”, así que la interna lo tiene que comprar, a menos que alguna reclusa que salga le herede su ropa.

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