Este sábado 30 de abril, como cada año, se celebró en México el día del niño y de la niña. En esta festividad nacional, la madres y padres de familia, escuelas, gobiernos locales y municipales realizan un sin fin de actividades lúdicas para que los más pequeños del hogar puedan divertirse de manera sana en familia; sin embargo, existen un grupo de menores que suele ser invisibilizado por la sociedad y que difícilmente accede a un desarrollo en libertad.
Se trata de las y los niños que viven en reclusión con sus madres en las prisiones de México, dicho fenómeno se da por el andamiaje jurídico mexicano, el cual estipula que, de los 0 a 6 años, el menor debe de vivir con su madre aún si ella se encuentra privada de la libertad en algún penal. De tal modo que Infobae México contactó a una activista que procura atender a esta población para que, en su día, las y los niños puedan mejorar (aunque sea un poco) su calidad de vida.
Citlalli Fernándeaz es una veterinaria que radica en Yucatán; sin embargo, por un inconveniente durante la adquisición de un inmueble estuvo en reclusión durante algunos meses, un problema que finalmente pudo sortear y quedar libre; no obstante, este incidente le hizo abrir los ojos ante la realidad de las cárceles mexicanas, en donde se abusa de la prisión preventiva oficiosa para privar a personas de su libertad y de las condiciones de tan precarias con las que se sobrevive en Santa Martha Acatitla, la cárcel de mujeres más conocida de México.
Fue tras vivir esta experiencia que en junio de 2021, Fernández decidió fundar Ave Fénix México, un colectivo de civiles conformado por mujeres y hombres interesados en mejorar las condiciones de vida al interior del penal de Santa Martha y de ayudar en la representación legal de las mujeres que no tengan la oportunidad de pagarse un abogado.
El testimonio que brindó a Infobae México fue abundante; explicó las condiciones de vida al interior del penal, la violencia de la que son objeto las reclusas ante la precariedad y la máxima declaración de muchas personas que han vivido la privación de la libertad: “La cárcel está llena de pobres”.
De tal modo que, para el día del niño, Ave Fénix México realizó una colecta para crear unos kits de primera necesidad, esto para satisfacer los requerimientos específicos de cada infante de acuerdo a su grupo de edad. Fernández explicó que se dividió en segmentos de edad de 0 a 1 año, de 1 a 2 y de 3 a 5, esto en virtud de llevar pañales a quien lo necesite y que éstos sean conforme a la talla que en verdad ocupe el bebé.
También llevaron leche, toallas sanitarias, ropa, jabón, papel de baño y productos de limpieza como cloro y limpia pisos. “Es por la necesidad de cada nene: hay unos que ya no ocupan biberón, otros ocupan pañal, otros papel de baño”, especificó. Asimismo, dijo que la colecta llevó poco más de un mes y contó con una gran participación de comerciantes del centro histórico de la Ciudad de México, aunque también hubo quien ayudó haciendo compras por internet y poniendo como punto de entrega el centro de acopio de Ave Fénix.
“Hemos hecho una minifamilia, traemos la misma sintonía”
En cuanto al respaldo de las y los participantes, Fernández manifestó su respeto a las y los voluntarios que pudieron coordinar todo, desde el acopio de los objetos de primera necesidad, crear los kits que se necesitaban, conseguir los permisos para entregar dentro del penal y garantizar la entrega a quien más lo necesita.
Durante la conversación, Infobae México también preguntó sobre el desarrollo de la vida de las reclusas con sus hijos, a lo que refirió que existe un trato preferencial, pues las mujeres embarazadas y madres están en una área especial de población, “una no tan poblada”. Asimismo, especificó que existe un Centro de Integración Infantil (Cendi) que se encarga del desarrollo de los menores durante la lactancia, maternal y kinder.
Sin embargo, existen problemas que las mismas reclusas deben de solucionar por sus propios medios, pues tanto en la sección de madres como en el resto de la población se tiene problemas severos de acceso a agua, toallas sanitarias y demás productos de primera necesidad.
Por ejemplo, especificó, existen problemas de alopecia y dermatitis entre las reclusas por la calidad y cantidad de agua que reciben, pues a ésta sólo tienen acceso dos horas en la mañana y dos horas en la noche y, derivado del tratamiento al vital líquido, les representa un riesgo a la salud, por lo que los bebés suelen ser bañados con agua de garrafón para evitar problemas dérmicos; sin embargo, esto involucra un gasto que difícilmente puede ser cubierto por las reclusas, por lo que las demás internas se solidarizan para ayudarlas.
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