A 20 meses de que fueran desaparecidos Karla Elena Ramírez Murrieta y Christopher Aguilar Hernández, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) investiga la posible incineración de ambos jóvenes de 20 años, quienes acudieron al Bar Quito de Azcapotzalco y tras una balacera en el lugar no se sabe nada de ellos.
De acuerdo con las indagatorias ya hay 10 detenidos vinculados a proceso, entre ellos Iván Alonso “N”, el Cartier, dueño del establecimiento, así como el padre de este último, Saúl Fredy “N”, quien es acusado de haber ordenado a alguien de confianza desaparecer los cuerpos luego de los hechos de violencia el 29 de agosto de 2020 en el centro nocturno.
Ulises Lara López, vocero de la FGJCDMX, informó que también han sido arrestados el propietario de una funeraria y dos empleados responsabilizados por la cremación de de los jóvenes luego de que resultaran heridos. Hasta ahora, se han sustentado causas relacionadas con la distribución de drogas que llevaron a la balacera esa noche.
Roberto “N”, con ordenamiento de cumplimiento el 25 de noviembre de 2021, es dueño de una funeraria que posiblemente fue utilizada para la desaparición de los dos jóvenes
Los indicios apuntan a que los jovenes fueron cremados en los hornos de San Isidro, pues ahí se registraban incineraciones las 24 horas del día, derivado del arribo constante de cuerpos por el contexto de la emergencia sanitaria del COVID-19.
Presuntamente, la falta de controles y al no poder revisar los cadávares que llegaban embolsados, el personal no pudo tener la certeza para corroborar a las víctimas, debido a las restricciones para evitar contagios de coronavirus.
Trabajos de inteligencia permitieron reunir datos de prueba para solicitar y obtener diversas órdenes de arresto por el delito de desaparición forzada de persona cometido por particular. Así como los mandamientos judiciales contra implicados.
Aquella noche, hombres armados arribaron al centro nocturno que, supuestamente, operaba de manera clandestina. Testimonios de amigos de los jovenes señalaron que luego de escuchar los disparos huyeron y en el trayecto, observaron una persona tendida sobre el piso con las características de Karla. Aunque volvieron por ella, ya no la encontraron.
Las primeras líneas de investigación apuntaron a disputas de la Unión Tepito contra una célula del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) por la presunta distribución de drogas en el bar. Pasaron cuatro meses y se ofreció una recompensa de 500 mil pesos por los desaparecidos.
Para el 7 de diciembre de 2020 fue detenido Daniel “N”, el Canelo, vinculado al dueño del establecimiento y dedicado al narcomenudeo. Al día siguiente cayó Carlo “N”, ligado al propietario y las mismas actividades ilícitas. De forma consecutiva fue arrestado Idelfonso “N” y/o Javier “N”, el Nenuco, relacionado con elementos balísticos localizados en el lugar.
A finales de ese año detuvieron a Diego “N”, el Didi, directamente vinculado con la desaparicioón de los jóvenes. Mientras que el Cartier, dueño del Bar Quito, quedó asegurado hasta el 1 de julio de 2021.
Algunos testimonios señalan que las personas que realizaron las detonaciones eran conocidos suyos
La detención del dueño de la funeraria llevó a la actualización del Reglamento de Panteones y Servicios Funerarios, para evitar que se utilicen los crematorios e inhumaciones para fines ilícitos.
Tras la caída del Cartier, al día siguiente fueron aprehendidos Erick Diego “N” y Roberto “N”, ambos eran empleados del crematorio. Uno de los aseguramientos relevantes se había realizado casi un mes antes, el 4 de junio de 2021, cunado dieron con Josafat Dominique “N”, Porfirio.
Con seguimiento técnico, se identificó que el “Porfirio”, quien estuvo presente el día de los hechos tiene relación también con ellos por la venta de drogas
Aunque la fiscalía capitalina destaca estas detenciones por el caso de la desaparición, aún no se tienen sentenciados ni una localización concreta para saber qué pasó con los restos si fueron cremados.
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