Heartstopper, la nostalgia de una adolescencia que no tuvimos

La serie británica inspirada en la novela gráfica de Alice Oseman, provocan un sentimiento de profunda nostalgia a una adolescencia que nos fue arrebatada

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Tráiler de "Heartstopper"

Dos chicas adolescentes se besan en el centro de una fiesta, la única persona que las mira con sorpresa es un chico bisexual que necesitaba verlas para saber que él también podía ser libre. Un papá se preocupa por los problemas de su hijo gay y hace explícito que lo apoya. Un maestro gay da consejos sobre enamoramiento a sus estudiantes queer. Una mamá se emociona cuando su hijo le cuenta que es bisexual. Un grupo de adolescentes queer va por malteadas en una “cita triple” y son felices.

Todas esas escenas de Heartstopper, la serie británica inspirada en la novela gráfica de Alice Oseman, provocan un sentimiento de profunda nostalgia a una adolescencia que no tuvimos, que nos fue arrebatada.

La serie cuenta las aventuras y romances de un grupo de adolescentes queer. Charlie, el protagonista, conoce a Nick, la estrella del equipo de rugby, sus amigos Tao y Elle (quien a partir de su transición comenzó a tomar clases en el campus de mujeres) están viviendo un crush, Tara y Darcy se acompañan en su salida del closet y todes juntes se cuidan del bullying y la homofobia que inevitablemente les rodea.

Yasmin Finney debuta como Elle Argent. La actriz también interpreta el primer rol de su carrera y se pone en la piel de una de las mejores amigas de Charlie. Foto: Netflix.
Yasmin Finney debuta como Elle Argent. La actriz también interpreta el primer rol de su carrera y se pone en la piel de una de las mejores amigas de Charlie. Foto: Netflix.

Haber tenido una referencia así en mi adolescencia me hubiera ahorrado muchos años de luchar contra mí mismo. A pesar de vivir las mismas situaciones que yo enfrente a su edad como el bullying, esconderse para comer solo en el recreo, la confusión, el temor a que todo cambie cuando sales del closet, ellas logran encontrarse, estar orgullosas de quienes son y expresarlo libremente mucho antes de lo que yo y muchas de mi generación pudimos hacerlo.

En mi escuela considerar salir del closet era “N: de ni se te ocurra ni pensarlo”, mucho menos imaginar coquetear con tu crush y ni hablemos de algún día tomar de la mano o besar a la persona que te gusta, esas eran experiencias de la heteronorma reservadas solamente para sus mejores discípulos.

La presión para “no ser gay” era constante, llegar a casa y hablar con mis papás del bullying que vivía por “ser gay” era delatar mi peor secreto, así que la única opción era vivir todas las violencias en silencio. Eso un día te desborda, no es sano, buscar quien eres en la oscuridad te expone a riesgos que un adolescente no debería enfrentar.

Por eso me conmociona que esta serie tenga el alcance que ha tenido en los últimos días, porque llevamos años esperando referencias que les digan a las personas de la diversidad sexual, principalmente a las más jóvenes, que sí merecen expresar quienes son y que sí son dignas de recibir amor.

Y esto es relevante no sólo porque a nivel personal la serie me confronto con los recuerdos de una etapa que había intentando olvidar, si no porque la depresión, la ansiedad y el suicidio que reprimir la adolescencia generan son un problema de salud publica gravísimo que en México aun se aborda poco.

Ambos jóvenes vivirán un romance por más que sean muy diferentes. Foto: Netflix.
Ambos jóvenes vivirán un romance por más que sean muy diferentes. Foto: Netflix.

Según The Trevor Project, la organización más grande a nivel internacional para la prevención del suicidio de juventudes LGBT, al año en el mundo al rededor de 40 millones de jóvenes LGBT consideran seriamente suicidarse.

En 2020 en México el suicidio de jóvenes entre 10 y 19 años alcanzó la cifra récord de mil 150 casos y es la tercera causa de muerte. Desafortunadamente existe poca información sobre cuantos de estos jóvenes se identificaban como LGBTQ+, pero estudios realizados por The Trevor Porject han evidenciado en numerosas ocasiones como las juventudes LGBT están desproporcionadamente mas expuestas al suicidio que sus contrapartes heterosexuales y esto se detona detona en entornos hostiles para la diversidad.

Esto hace sentido con los datos recabados por el CONAPRED en la Encuesta Nacional de Discriminación por Orientación Sexual e Identidad de Género (ENADIS), en donde se evidenció que al menos la mitad de las personas de la diversidad sexual en México han considerado el suicidio al menos una vez en su vida y el 20% lo ha intentado.

Como lo vemos en Heartstopper, para que un adolescente pueda vivir de forma sana y libre su juventud requiere de muchas personas en su entorno que se preocupen por dejarle claro que, sea quien sea, merece amor y en eso todas somos responsables.

Hoy, a pesar del dolor colectivo que años de homofobia han significado, veo en muchas juventudes LGBT+ a heroínas que transforman todo su entorno con el simple hecho de ser honestas consigo mismas y quienes les rodean. Sigamos asegurándonos que quienes vienen detrás encuentren un espacio más libre para ser.

Andrés Teviño es defensor de Derechos Humanos de las personas LGBT y Director de Diversidad Sexual en el gobierno de Jalisco*

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