La historia de México ha quedado marcada por conflictos bélicos y periodos de tensión política, durante los cuales importantes líderes políticos intercambiaron cartas con aliados y adversarios, pero también con seres queridos. Las epístolas escritas a mano han permitido conocer la letra de reconocidos personajes de diferentes periodos históricos que van desde las guerras de Independencia y Revolución hasta el mandato de Lázaro Cárdenas.
Vicente Guerrero
La letra de Vicente Guerrero, quien protagonizó la recta final de la Guerra de Independencia, quedó plasmada en varias cartas. En una de las misivas, dirigida a Agustín de Iturbide, se puede observar una caligrafía caracterizada por la claridad, el poco espacio dejado entre cada letra y el alargamiento de algunos grafemas como la g y la s.
En la epístola, redactada el 2 de noviembre de 1821, Guerrero informaba a Iturbide que necesitaba 21 mil pesos para financiar actividades militares. Se trata de un mensaje redactado durante un periodo de alianza en el que las fuerzas independentistas y las del emperador se encontraban unidas por el acuerdo de reconciliación alcanzado en febrero de 1821 durante el Abrazo de Acatempan.
Sin embargo la relación de estos líderes pasó rápidamente de la amistad a la enemistad y el militar insurgente combatió al primer emperador de México en unión de Bravo. Más tarde, en 1828 se postuló para ser presidente y al ser rechazada su postulación se vio inmerso en una nueva gresca hasta que en 1829 alcanzó la presidencia, cargo en el que se desempeñó hasta 1831, cuando fue fusilado.
Benito Juárez
El estilo de escritura de Benito Juárez quedó asentado en varias cartas. En ellas es visible que el Benemérito de las Américas escribía con soltura, lo cual se refleja en palabras alargadas e inclinadas hacia abajo, sin separación entre cada letra. En varias ocasiones no dejaba espacio entre vocablos y muchos de los grafemas son similares, por lo que es fácil confundir uno con otro.
Muchas de las misivas están dirigidas a su amigo y aliado, Bernardo Revilla, con quien comentaba los eventos más importantes de la Segunda Intervención Francesa en México, tales como la victoria o la derrota ante los franco-traidores, como llamaba Juárez al ejército francés que ocupó territorio mexicano entre 1862 y 1867.
Francisco I. Madero
La caligrafía de Francisco I. Madero es conocida por los mensajes de amor que envió a Sara Pérez, antes de que se convirtiera en su esposa. Una de las cartas que le mandó, fechada en 1902, muestra letras inclinadas hacia abajo, trazo recto y descuidado que impide entender con claridad algunas palabras. Su nombre, escrito en un tamaño mayor al del resto de la misiva, es el único escrito con un estilo diferente, con grafemas más claros y redondeados.
El contenido del texto, redactado en Coahuila, revela el interés de Madero en Sara, pero también refleja la idea que se tenía de la mujer en la época de la Revolución Mexicana. El fragmento inicial del escrito dice: “No sé si será pretensión mía, pero te aseguro que nadie te tratará ni te ha tratado nunca, como yo sé, voy a tratarte, porque yo no soy de los que se aprovechan para dominar a los más débiles”.
Lázaro Cárdenas
La forma de escribir de Lázaro Cárdenas quedó asentada en cartas resguardadas en el archivo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). En una de ellas, que escribió Enrique Ibarra y Allende, son visibles letras grandes, redondeadas y en algunos casos alargadas hacia arriba, así como palabras con mucho espacio entre sí.
El archivo rescatado por el INAH fue escrita en 1927, años antes de la Expropiación Petrolera. En el texto, el general Cárdenas informó a Ibarra que había enviado una copia de su primer manifiesto sobre política, además dio instrucciones para su impresión y le indicó que debía remitir las pruebas y costo.
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