La Cámara de Diputados aprobó en comisiones el dictamen que busca reformar la Ley General en materia de Desaparición Forzada de Personas , Desaparición Cometida por Particulares y del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas, con el objetivo de crear el Centro Nacional de Identificación Humana.
Este Centro tendría un enfoque complementario para cruzar información en todas las entidades federativas, pues de acuerdo a datos oficiales hay alrededor de 50 mil cuerpos en las diversas fosas comunes de las fiscalías y no se ha logrado identificarlos, de modo que un gran número de familias siguen sin saber el paradero de sus seres queridos.
El Centro Nacional de Identificación Humana estaría adscrito a la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas; sería una unidad administrativa, con independencia técnico-científica. Su objetivo sería dar respuesta efectiva al número de cuerpos de personas humanas y sus restos no identificados con una perspectiva de búsqueda e identificación de larga data, según las comisiones unidas de Derechos Humanos y de Justicia.
Los diputados de las distintas bancadas coincidieron en la necesidad de crear este Centro Nacional debido al grave problema de desapariciones que aqueja a nuestro país y consideraron dotarlo de un presupuesto suficiente, pues sin destinarle recursos quedaría solo en una buena intención.
Para los diputados, este proyecto coadyuvará a garantizar el derecho de toda persona a ser buscada y, en su caso, identificada, a fin de avanzar hacia un modelo que permita brindar una búsqueda efectiva, certera y un trato digno de los cuerpos sin identificar, y asignar los recursos necesarios para darle vida, continuidad y respuesta a las familias que hoy se encuentran en una zozobra, preocupación e incertidumbre de encontrar a sus seres queridos.
Tras la aprobación de este dictamen, la diputada de Morena, Marisol García Segura, dijo que hay mucho por celebrar, ya que el proyecto tiene el potencial de transformar esta penosa realidad para miles de familias mexicanas y para madres y mujeres que buscan a sus seres amados.
La panista Paulina Rubio Fernández dijo que no hay nada que celebrar ni aplaudir, “porque el solo hecho de que tengamos que crear un Centro habla del tamaño del problema que México está adoleciendo; lo que estamos haciendo es cumplir con una obligación que los colectivos han venido realizando, a través de sus propios recursos”.
Por su parte, Julieta Mejía Ibáñez, de Movimiento Ciudadano argumentó que en los primeros años de este sexenio se han registrado más de 21 mil personas sin localizar. “Es un tema pendiente; en el país, cada dos horas hay una persona desaparecida, es decir, once personas al día desaparecen y el mayor número de fosas clandestinas están en los estados de Veracruz, Tamaulipas o Guerrero. Hay que darle los recursos para el Centro”, insistió la legisladora.
Este dictamen contempla modificaciones a la iniciativa presentada por el Ejecutivo Federal y por sugerencia del Colectivo de Víctimas de Desaparición Forzada que consiste en definir el enfoque de identificación humana complementario como el sistema forense que combina la investigación forense de pequeña, moderada escala, individualizado o tradicional, con una de enfoque integral de investigación forense de gran escala.
ONU urgió a México a abordar este problema
El fenómeno de la crisis de desapariciones en México no es un hecho que venga solo, junto a él se encuentra la crisis forense que vive el país. Actualmente hay más de 52 mil personas fallecidas sin identificar que yacen en fosas comunes, instalaciones de los servicios forenses, universidades y centros de resguardo forense.
Esta cifra, a pesar de su magnitud, no incluye los cuerpos todavía no localizados, ni los miles de fragmentos de restos humanos que las familias y comisiones de búsqueda recogen semanalmente en las fosas clandestinas.
Según varios expertos entrevistados por el Comité contra las Desapariciones Forzadas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en las actuales condiciones serían necesarios 120 años para identificar los restos humanos, sin contar los nuevos cuerpos que se van sumando cada día.
Esto significa que muchas de las personas que tienen esperanza de encontrar a sus familiares desaparecidos tendrían que esperar más de diez décadas para poder saber si los restos de sus seres queridos fueron identificados.
SEGUIR LEYENDO: