El “Boliqueso” era cauteloso: cómo la Marina rastreó a socios, parejas, fiestas y lujos

Recluido en una cárcel de máxima seguridad, el socio del Clan del Golfo volvió a su tierra alejado de la opulencia y a un territorio donde pusieron precio a su cabeza tras librar la cárcel en Brasil y buscar el refugio tranfronterizo

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El Clan Úsuga ha sido identificado como nexo del Cártel de Sinaloa (Foto: Policía Nacional de Colombia)
El Clan Úsuga ha sido identificado como nexo del Cártel de Sinaloa (Foto: Policía Nacional de Colombia)

Los trabajos de inteligencia para capturar al capo colombiano, Eduard Fernando Cardoza Giraldo, el Boliqueso, mostraron sus alcances en indicios que han servido en otros casos, pues aquellos lujos derivados de asesinatos y el narcotráfico no permanecen por siempre, aunque los objetivos criminales sean cautelosos.

El socio del Clan Úsuga mantuvo sus reservas, utilizó los recursos obtenidos a costa de la violencia que consolidó desde Cali, como cabecilla del Cártel Norte del Valle. Pero esfuerzos de la Secretaría de Marina Armada de México (Semar) se impusieron para que la Policía Nacional de Colombia pudiera resguardar al líder prioritario y llevarlo a la justicia.

De acuerdo con los reportes, el rastreo de agentes navales fue arduo y paciente cerca de dos años, luego de ser alertados sobre la presencia de Cardoza Giraldo en territorio mexicano. Había huido de Sudamérica luego de que en 2016 un juez le concediera librar la cárcel en Brasil.

El Boliqueso sabía que estaba en la mira de las autoridades colombianas y al menos desde 2015 conoció que es requerido por Estados Unidos. Pero luego de escapar, las autoridades colombianas señalaron que en su país de origen, sus antiguos aliados en el Cártel Norte del Valle le pusieron precio a su cabeza.

En algún momento, precisaron los agentes, tendría que contactar a la familia, aún si se encontrara muy lejos. Esos informes precisan que pasó por Bolivia antes de llegar de nuevo a su tierra, donde fue detectado para que respondiera por el tráfico de cocaína hacia Centroamérica, Europa, Estados Unidos y los Emiratos Árabes.

Su primera incursión se identificó en Cancún (Foto: Marina V&V)
Su primera incursión se identificó en Cancún (Foto: Marina V&V)

Registros migratorios, intercepciones telefónicas, informantes y demás acciones de vigilancia permitieron alertar que se encontraba en México de forma irregular. Pero un elemento clave fue que bellas mujeres de Cali viajaban constantemente a España y México, donde se reunían con cercanos al Boliqueso.

Para ese entonces, el líder criminal ya andaba a salto de mata, pues no duraba más de tres días en un lugar. Sus redes y el dinero generado por actividades de narcotráfico le permitían traspasar fronteras y, a mediados de 2020, las autoridades mexicanas tuvieron informes sobre la posible presencia de este sujeto.

Trabajos de inteligencia permitieron ubicarlo en el fraccionamiento la Isla de Cancún con otros tres sujetos. No visitaba cualquier lugar, sino el puerto de Quintana Roo, asediado por miles de extranjeros que disfrutan de las playas. Por diversión, placer o estrategia, el Boliqueso se encontraba en el paraíso turístico.

Ahí fue cuando la Policía Nacional de Colombia detectó un envío internacional desde Cali a la entidad del sureste, el cual sería recibido por alguien cercano al objetivo. Enseguida dieron aviso a la Semar, que de acuerdo con el presidente Andrés Manuel López Obrador, lideró las investigaciones.

Esta institución cuenta con la Unidad de Inteligencia Naval que opera dos áreas del mismo ámbito y cuyas intervenciones han resultado en detenciones relevantes, como la de Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, en 2014 y 2016.

El Boliqueso fue detenido en Brasil en 2016, pero lo dejaron en libertad (Foto: Archivo)
El Boliqueso fue detenido en Brasil en 2016, pero lo dejaron en libertad (Foto: Archivo)

La entrega desde Cali llegó a la zona hotelera de la ciudad turística del municipio de Benito Juárez. Ese paquete fue recogido por quien se ha identificado como la mano derecha del Boliqueso y quien tiene nacionalidad colombiana, española y holandesa.

Las primeras pistas indicaron que uno de los nexos del capo visitaba un complejo de astilleros donde se rentan y amarran embarcaciones en Punta Sam. Desde ahí se notaban las excentricidades y entonces comenzó el seguimiento.

Ya en territorio extranjero, el integrante del Clan Úsuga estuvo vinculado con una narcocumbre realizada en un condominio de Punta Dorada, donde se presume que asistieron una veintena de sujetos de diversos países del extranjero.

No era algo extraordinario, pues en su carrera criminal, al Boliqueso se le identificó como líder de sicarios de los Rastrojos, con cerca de 200 delincuentes a su mando. Fue sucesor de los Comba, asociación delictiva de los hermanos Javier Antonio y Luis Enrique Calle Serna.

Además, los informes del Departamento de Justicia lo identifican como líder de oficinas de acopio de drogas y grupos armados paramilitares del Clan Úsuga, según acusaciones consultadas por este portal y que fueron presentadas en 2015 en la Corte del Distrito Este de Nueva York.

San Pedro Garza García es considerada la ciudad más rica de México (Foto: Twitter@maximiliano1_mx)
San Pedro Garza García es considerada la ciudad más rica de México (Foto: Twitter@maximiliano1_mx)

De paso por Cancún, los yates fueron la primera pista. Pero todo cambió cuando el Boliqueso y sus más cercanos mudaron de residencia, al mes siguiente de que se activó su rastreo. Todos llegaron al sur de la Ciudad de México, donde permanecieron por un tiempo.

Sin embargo, semanas más tarde, la novia del Boliqueso y otro de sus presuntos operadores fueron avistados cerca de Polanco en la alcaldía Miguel Hidalgo y el área exclusiva aledaña en el Estado de México. A ambos se les tenía ubicados por su paso en Quintana Roo.

Las indagatorias seguían, aunque también se advirtió una posible fuga de información para que cambiara el sureste por la capital del país. Más residencias fueron descubiertas en el Valle de México, donde presuntamente se alojaba personal de confianza del líder criminal. Las direcciones estaban relativamente cercas unas de otras.

Aparentemente, el Boliqueso hubiese creído haber evadido la justicia o, al menos, no le importó descuidarse con otro lujo: contratar a un DJ de Colombia para una fiesta VIP en Acapulco y quien viajó en jet privado. Ya había demostrado que el derroche le alcanzaba para eso y más.

Para ese entonces también se supo de dos inmuebles en que estaría la pareja del objetivo en Querétaro y el Estado de México. Además, un operador cercano de Cardoza Giraldo llegó a la celebración preparada en el puerto de Guerrero a mediados del año pasado.

Las acusaciones en EEUU lo identifican con ilícitos cometidos al menos desde 2011 (Foto: Departamento de Justicia de EEUU)
Las acusaciones en EEUU lo identifican con ilícitos cometidos al menos desde 2011 (Foto: Departamento de Justicia de EEUU)

Tras su arribo decidió integrarse al equipo, transitando por la Ciudad de México en un auto lujoso y con medidas que creía, le darían inmunidad. El grupo de supuestos criminales ya había circundado la Zona Metropolitana.

Pero de nueva cuenta, el Boliqueso decidió reubicarse en el municipio más rico del país, San Pedro Garza García. Esta demarcación se encuentra en una zona boscosa, al poniente de Monterrey, cuya Colonia del Valle estima rentas mensuales de 18 a 25 mil pesos mexicanos.

Ahí estaban a su disposición limpias y modernas avenidas, grandes residencias, centros comerciales de lujo, amplias zonas verdes, así como colegios y hospitales con destacado prestigio. Aún no le llegaba la hora para pagar por envíos de cocaína, extorsión y asesinatos.

Ya había datos suficientes y las autoridades navales decidieron intervenir. Transcurrió alrededor de un año y medio, el trabajo había sido complicado y de análisis minuciosos para no dejar espacio a cualquier contingencia.

Entonces comenzaron los cateos donde la Semar ha reconocido que se decomisaron autos de alta gama, placas diplomáticas falsas, dosis de drogas, armas de fuego y municiones. En total, la dependencia ha informado que fueron aseguradas nueve personas.

Polanco actualmente es una de las zonas más exclusivas de la capital (Foto: Archivo)
Polanco actualmente es una de las zonas más exclusivas de la capital (Foto: Archivo)

Los agentes ya pisaban los talones al Boliqueso, cuando se movió a Bosques las Lomas, donde conducía un Audi Q5. Se paseaba por la Ciudad de México confiado, pero cauteloso. Para ir a los restaurantes caminaba lejos de donde vivía antes de utilizar dispositivos de comunicación.

Finalmente, un equipo de marinos, elementos del Instituto Nacional de Migración y de la Secretaría de Seguridad Ciudadana capitalina dieron con el caleño de 35 años en un condominio de la avenida División del Norte, colonia el Rosario de la alcaldía Coyoacán el pasado 12 de abril.

Agentes federales y locales coadyuvaron para su traslado al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, previas aclaraciones de su situación jurídica y con fines de extradición a Colombia. Aún no se ha informado quienes le ayudaron en Cancún, Monterrey o la capital del país o si tenía nexos establecidos con cárteles mexicanos durante su refugio frustrado.

Sin embargo, Cardoza Giraldo se desempeñaba como lugarteniente de relevancia de la organización que comandaba Dairo Antonio Úsuga David, alias Otoniel, jefe principal del también llamado Clan del Golfo y quien fuera principal socio de Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, como de Ismael Zambada García, el Mayo, máximos líderes del Cártel de Sinaloa.

El director general de la Policía Nacional de Colombia, Jorge Luis Vargas Valencia, apuntó que la recaptura del Boliqueso está en el segundo nivel de relevancia, después de asegurar en octubre del año pasado al socio del Chapo Guzmán y del Mayo Zambada, considerado en el nivel de Pablo Escobar.

El Boliqueso fue enviado a Colombia y espera su extradición a EEUU  (Foto: SSC-CDMX)
El Boliqueso fue enviado a Colombia y espera su extradición a EEUU (Foto: SSC-CDMX)

Otoniel, socio de Guzmán Loera, tenía en el Boliqueso a un colega de cabecera relevante, según las autoridades de Colombia. Previos reportes ya han destacado la asociación entre esta organización con el Cártel de Sinaloa con el arresto de otros operadores.

Los alcances en Cali y el Clan del Golfo quedaron evidenciadas con la desarticulación de redes de lavado de dinero para el cártel mexicano, cuyo mando actual está bajo el liderazgo del Mayo Zambada y los Chapitos. Desde hace siete años se ubicaron negocios de ambos grupos del crimen transnacional en el puerto de Buenaventura, Houston y Guadalajara.

Por la misma época, el operativo contra el Clan del Golfo y su conexión con el Cártel de Sinaloa sumaba el decomiso de 15.5 toneladas de cocaína empacada con logos de marcas de autos, una de las principales identificaciones para el cargamento con destino a la facción asentada en la entidad norte de México.

Ahora le queda por enfrentar el cargo de conspiración internacional para distribuir cocaína en la corte de Brooklyn, luego de que sean evaluados los delitos que cometió en Colombia. Sus operaciones criminales son identificadas al menos desde 2011 en las imputaciones en Nueva York.

Mientras tanto, está internado en un pabellón de máxima seguridad de la cárcel Picota, en Bogotá, donde esperará que le depara su suerte, lejos de la vida suntuosa.

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