En México, es muy común ver lugares, como calles, estaciones del metro, o incluso monumentos, con nombres de personajes importantes del país. Incluso, hay lugares o monumentos con los nombres de los tlatoanis más sobresalientes o importantes de la época prehispánica.
Un claro ejemplo de estos son la estación del metro Moctezuma, quien era el tlatoani o gobernante de Tenochtitlan en el momento en que llegaron los españoles a la capital del imperio mexica, comandados por Hernán Cortés. También hay una colonia que lleva el nombre de este tlatoani, que fue aprisionado por los españoles. Ambos en la Ciudad de México.
Otro claro ejemplo, es el de Cuauhtémoc, quien fue el último gobernante de Tenochtitlan. De él, también se puede encontrar una estación del metro, una colonia, y hasta una alcaldía, en la Ciudad de México.
Sin embargo, poco o nada se habla sobre algún personaje femenino sobresaliente de este periodo. Y es que poco se sabe sobre la participación de mujeres en la sociedad en este tiempo. Aunque se han encontrado documentos que narran la presencia de una importante mujer en la época prehispánica, antes de la llegada de Cortés con sus hombres.
Se trata de Atotoztli, quien fue la única hija de Moctezuma Ilhuicamina o Moctezuma I, el quinto tlatoani de la dinastía Tolteca-Mexica en el México antiguo, durante el predominio de la ciudad de Tenochtitlan. Ella fue un personaje clave en la continuidad del linaje del imperio, que se consumó cuando se casó con Tezozómoc. Cabe destacar que su presencia histórica adquiere importancia no solo por ser la portadora del linaje, sino por tener derecho a reinar. Esto significa que ella gobernó en Tenochtitlan antes que su hijo, que era Axayácatl, padre de Moctezuma Xocoyótzin o Moctezuma II, a quien la mayoría de los historiadores llaman sexto tlatoani.
En la Genealogía de los príncipes mexicas, se muestra a Atotoztli debajo de la figura de Moctezuma Ilhuicamina, lo que confirma su relación directa como hija, pues porta sobre su cabeza una leyenda en náhuatl, que dice Cihuapilli, lo que significa señora o princesa. Además, la figura muestra un glifo formado por dos cabezas de ave y una pluma amarilla debajo de su nombre. Atotoztli, quiere decir en su traducción al español “pájaro de agua”.
Poco se sabe sobre las mujeres de la dinastía de Tenochtitlan, sin embargo, Atotoztli parece un caso singular, pues al ser la única descendiente legítima de su padre, tenía un cargo prestigioso, según la página del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), del gobierno federal.
O sea que, sin ella, el linaje habría terminado. Desde esta perspectiva, su enlace matrimonial con Tezozómoc, hijo de Itzcóatl, el cuarto tlatoani, adquirió mayor relevancia por haber tenido tres hijos con él, quienes no solamente fueron herederos al trono, sino que también se desempeñaron como tlatoque, que es el plural de tlatoani, de la dinastía.
Con la muerte de Moctezuma Ilhuicamina, se destacó la presencia de Atotoztli. En relación a esta situación, se presentan varias posturas, es decir, en el registro de la historia está ausente como tlatoani, pero existen datos que indican lo contrario, y la posibilidad de que sí haya gobernado después de su padre.
Fray Toribio de Benavente, Motolinia, en Historia de los Indios de la Nueva España escribió: “Atotoztli, hija de Moctezuma I, se casó con Tezozómoc, hijo de Itzcóatl, y de éste matrimonio nacieron Tizoc, Axayácatl y Ahuizotl; rostro acuático, sucedió a Moctezuma I, y gobernó entre 1469 y 1481″.
El Códice Ramírez expresa que entre los reyes de Tenochtitlan, estaba la hija de Moctezuma I, Atotoztli, reina mexica y personaje clave para la regeneración del linaje de la dinastía Tolteca-Mexica. Por esto es tan importante el papel de esta mujer en este proceso.
Que una mujer hubiera ocupado el cargo de Tlatoani, que era la función más alta del sistema político de Tenochtitlan, fue considerado como una inconsistencia. De ahí que en las fuentes históricas mexicas no se mencione su periodo de gobierno. Por otro lado, se menciona que la boda con Tezozómoc se realizó para asegurar que el derecho de reinar no saliera del linaje familiar establecido por el primer tlatoani mexica, Acamapichtli.
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