El asesinato del ex gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval, continúa avanzando en investigaciones. La nueva pista del caso se ha dado a conocer este miércoles por el gobierno federal, que ha detallado que el ex mandatario convivió con un capo del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) el día de su muerte.
Según los detalles, Sandoval Díaz —quien fue asesinado al interior del bar Distrito 5 en Puerto Vallarta, Jalisco—, se encontraba en una mesa contigua del cabecilla criminal identificado como Saúl “N”, alias El Chopa.
La semana pasada, la Fiscalía General del Estado de Jalisco dio a conocer la captura del dueño del bar, José Manuel Sánchez Cruz, Manu Vaquita, quien ordenó limpiar la escena del crimen.
Sánchez Cruz, quien es un reconocido empresario de Puerto Vallarta, se habría reunido con El Chopa, antes de la ejecución de Sandoval.
El funcionario fue asesinado el 18 de diciembre de 2020 en el bar Distrito 5, en Puerto Vallarta.
Sandoval ingresó al lugar a las 22:00 horas del 17 de diciembre, acompañado de dos hombres y una mujer. Se sentó, según puede constatarse en videos, al lado de un líder criminal identificado como El Chopa, quien a las 00:30 horas abandonó el sitio para reunirse en una famarcia con sujetos, que viajaban abordo de un vehículo visto durante la ejecución de Sandoval.
A las 01:21 horas horas, el político se dirigió al sanitario que se encontraba en el primer piso del bar y al bajar las escaleras se le acercó un sujeto quien le disparó en tres ocasiones, impactándolo en la nuca y en la espalda.
Sandoval fue trasladado a un hospital por su escolta; sin embargo éste llegó sin vida. Sobre las 01:39 horas comenzó la limpieza del bar por instrucciones de José Manuel Sánchez Cruz, alias el Manu Vaquita.
El pasado 16 de abril, el Manu Vaquita admitió su encubrimiento en la escena criminal al pedir al personal que el sitio quedara limpio ante el temor de que el restaurante Distrito 5 fuera clausurado.
Durante su audiencia de vinculación a proceso, el empresario negó que fuera responsable de la ejecución del priista, pero relató sus intervenciones que entorpecieron las indagatorias de las autoridades, pues a 16 meses de los hechos aún no hay responsables concretos por el caso que conmocionó al país desde Puerto Vallarta.
“Sí, tuve miedo de una clausura, no sabía lo que estaba pasando”, argumentó sobre sus peticiones para que la sangre fuera limpiada y la alfombra manchada también fuera retirada.
“Por querer que no me clausuran el lugar dejé que lo dejarán limpio”, expresó.
Pese a los avances, las autoridades aún no cuentan con una línea de investigación sólida sobre el móvil de la ejecución del ex gobernador del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
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