Ni los días religiosos son refugio para los habitantes de Nuevo Laredo, Tamaulipas, donde presuntos sicarios del Cártel del Noreste fueron captados arrojando huevos, en el pasado Domingo de Pascua.
A través de redes sociales, los sicarios fueron exhibidos abordo de camionetas de carga, portando armas largas y arrojando huevos a los conductores que se encontraban en una gasolinería.
La ciudad fronteriza de Nuevo Laredo, es uno de los bastiones prinicipales del Cártel del Noreste, que en marzo pasado sufrió uno de sus peores golpes con la detención de su líder, Juan Gerardo Treviño Morales, alias el Huevo. Según fuentes consultadas por este medio, la gente está muy temerosa por la guerra intestina que pueda generarse para ganar el control de la organización criminal.
Nuevo Laredo vive una de sus peores crisis de seguridad. El pasado 8 de abril, en una de las carreteras que va de Monterrey a Nuevo Laredo se reportó la desaparición de la joven Debanhi Escobar.
El municipio de Reynosa, al norte de Tamaulipas, ha sido otra de las zonas más afectadas por la detención del Huevo. Ahí se han reportado diversos amagos de grupos criminales.
Pero Tamaulipas no es la única entidad que vive el aumento de la violencia por la detención del cabecilla del CDN. En San Luis Potosí, La captura del Huevo ha sido leída —especialmente por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) — como una señal de debilidad.
En el estado potosino, gobernado por Ricardo Gallardo Cardona —vinculado al crimen organizado— , las disputas se asentuaron esta semana. La madrugada del 5 de abril, fuerzas federales fueron emboscadas por un comando armado en la carretera Querétaro-San Luis Potosí.
De acuerdo con los reportes, los presuntos sicarios arribaron a la zona abordo de tres camionetas: una Lincoln gris, una pick up negra y una Pontiac Torrent. La escena recreada por los elementos advierte que los gatilleros estacionaron la camioneta sobre la lateral de la vía y comenzaron a disparar. La información oficial indica que un agente perdió la vida.
Unas horas antes, el pánico se había desatado en Tamazunchale, donde se reportó la llegada de un comando que recorrió las calles principales del municipio.
Sobre los hechos, el gobernador de la entidad explicó que se trató de hombres que sólo pasaban por la región, pero que su destino era Hidalgo y Veracruz.
Al día siguiente, Tamazunchale lució desierto, con negocios y escuelas cerrados a consecuencia de una psicosis desatada por dos ejecuciones ocurridas días antes.
En 2020, la violencia se disparó en San Luis Potosí. Ese año, el 5 de octubre se localizaron 13 cuerpos sin vida en una carretera que va hacia el estado vecino de Zacatecas. Los cadáveres fueron abandonados en un vehículo con un narcomensaje que advertía que eso le pasaría a todos los jaliscas.
Tan sólo dos días después, en Vanegas nueve cadáveres encobijados, maniatados y torturados provocaron el terror.
En San Luis Potosí ( al centro norte de México) se ha identificado la presencia de cinco organizaciones criminales: el Cártel del Golfo, Cártel del Noreste, Cártel Jalisco Nueva Generación, Cártel del Golfo, Los Talibanes y el Cártel San Luis Nueva Generación.
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