Varios años antes de convertirse en presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se convirtió en uno de los políticos más atacados por su manera de pensar y actuar, pues iba en contra de todo pensamiento hasta ese momento establecido en la vida pública de México.
A lo largo de sus décadas de carrera, el tabasqueño se ha hecho de algunos rivales que, con el paso del tiempo, en lugar de aminorar sus críticas y señalamientos, los aumentaron, y más desde que se encuentra en Palacio Nacional dirigiendo el rumbo del país.
Uno de sus más conocidos enemigos políticos es Diego Fernández de Cevallos, con quien se ha enfrentado hasta en debates cara a cara. Sin importar los años, el rencor entre ambos vive, a tal grado que el abogado demandó a López Obrador por difamación.
Este rencor por parte del queretano se mantiene vigente aún más de 20 años después, por ello le dedica varios mensajes o columnas al mandatario federal. Esta vez no fue la excepción, ya que de nueva cuenta en su espacio publicado por el diario Milenio arremetió contra AMLO.
Ahora, el ex candidato presidencial por el Partido Acción Nacional (PAN) decidió hacer una ácida síntesis ”del pensamiento y comportamiento del ‘bienamado’ Tartufo”, a quien en primera instancia cuestionó por la manera como, argumentó Cevallos, ha divido al país en dos categorías “patriotas o traidores”.
Respetar la “pluralidad” es un engaño para dividir al pueblo y dejarlo a merced de sus depredadores
Fernández de Cevallos también aseguró que la reivindicación discursiva de los pueblo originarios sólo fue para ayudarlo en sus megaproyectos, a los cuales somete a consultas para que la población dé el visto bueno a la construcción y así fingir una consulta a la Madre Tierra.
Asimismo, resaltó que López Obrador se ha tomado en serio el papel de “Jefe del Estado Mexicano y Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas”, pues adoptó una actitud de “aquí mando yo” que se ha impuesto sobre el bienestar de las personas.
Posteriormente, ironizó con la manera como el jefe del ejecutivo federal ha resaltado en diversas ocasiones que le pertenece al pueblo para hacer cumplir la Cuarta Transformación (4T) con acciones como luchar contra “conservadores, hipócritas y corruptos que añoran el pasado”, así como contra “gobiernos, organismos y fuerzas económicas de todo el mundo” que buscan presuntamente saquear al país.
Sobre las promesas realizadas en campaña, Fernández de Cevallos se burló acerca del fin de la corrupción y masacres, situaciones que aún acontecen en el territorio nacional. También señaló la manera como se ha militarizado el país, cuando había prometido regresar a los soldados a los cuarteles.
En su texto también resalta otros aspectos en los que ha fallado esta administración, aunque desde los canales oficiales mencionen lo contrario: educación, salud, seguridad, desabasto de medicinas y médicos, además de los constantes ataques a los investigadores, a los cuales ha tachado de haberse “aburguesado”.
Acerca de sus principales enemigos, no sólo están otros políticos, también, de manera irónica, el “Jefe Diego” recordó los señalamientos contra periodistas, Organizaciones No Gubernamentales (ONG) y los colectivos feministas. Con todos tiene algún historial de enfrentamientos.
Finalmente, recapituló otros incidentes que han acontecido a lo largo de estos tres años, como asesinatos de periodistas, las polémicas con la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), los nulos cambios a sus propuestas legislativas por parte de los diputados, así como la guerra que ha emprendido contra el Instituto Nacional Electoral (INE).
“A unos los tengo sometidos y a todos bajo acecho, para que resuelvan en favor del pueblo. La mayoría legislativa me tiene lealtad ciega, y a mi voluntad no le cambia ni una coma. A los infieles que se creen de moronga azul los tengo en capilla. ¡Me canso ganso!”, escribió el ex político.
Finalmente, criticó su pensamiento, el cual se basa en la presunta humildad, amor al prójimo y en su frase “abrazos no balazos”, y aprovechó para revirar su austeridad y afición por El Che Guevara y la religión, con la que hasta ha combatido la COVID-19.
Acerca del tema, Fernández de Cevallos culminó con una reflexión para los ciudadanos, pues dijo que sí es tiempo de definiciones, pero ninguna planteado por AMLO, sino que se deben buscar las necesarias para no temblar antes “ese siniestro hombrecillo”.
“Sí, es tiempo de definiciones: ser ciudadanos o esclavos; vivir de pie o de rodillas; rescatar a México o temblar ante ese siniestro hombrecillo”, sentenció.
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