Luis Ignacio Escobar Torres, encargado de de narcotienditas de los Zetas en San Luis Potosí, fue condenado a 22 años y seis meses tras las rejas por su pertenencia al grupo delictivo, posesión de arma de fuego y drogas.
La Fiscalía General de la República (FGR) obtuvo la sentencia a través de la Fiscalía Especializada en materia de Delincuencia Organizada, en coordinación con la Fiscalía Especializada de Control Regional.
El narco del cártel de la última letra fue detenido en mayo de 2012, y en aquel entonces se le aseguró un arma de fuego, así como 100 bolsas con clorhidrato de cocaína y 136 cartuchos. Pasó casi una década para que supiera los años que debe pasar encerrado.
De acuerdo con las investigaciones, Escobar Torres fue designado para distribuir narcóticos en los establecimientos donde se dispensaba a nivel local. Sus actividades criminales abarcaban los municipios de Villa de Reyes, Tierra Nueva, Santa María, La Pila y Zaragoza.
El grupo criminal en esa área también era conocido como la Letra y/o la Compañía. Ahora, su integrante permanecerá interno en el Centro Federal de Readaptación Social No. 1 Almoloya, el Altiplano, en el Estado de México.
Según la FGR, el acusado fue encontrado responsable por los delitos de delincuencia organizada (hipótesis de contra la salud y secuestro); contra la salud en su modalidad de narcomenudeo hipótesis de posesión de clorhidrato de cocaína con fines de comercio (venta); portación de arma de fuego y posesión de cartuchos de uso exclusivo de militares.
La ubicación geográfica y conectividad de San Luis Potosí han convertido al estado en una ruta asediada por el narcotráfico, ya que es el recorrido obligado de otras entidades como Nuevo León, Tamaulipas, Veracruz, Hidalgo, Querétaro, Guanajuato y Zacatecas.
El estado cuenta con mil 320 kilómetros de carreteras federales que se distribuyen hacia el norte y este del país, por ello, grupos delictivos concentran sus operaciones para el robo a transportistas, tráfico de drogas y migrantes.
Actualmente, la entidad sigue asediada por los Zetas en al menos 11 municipios. Esta facción disputa territorio al disminuido Cártel del Golfo, de donde surgió a principios del milenio. En la entidad también se enfrenta a otros remanentes como los Talibanes, Cártel del Noreste, Zetas Vieja Escuela e incursiones del Cártel Jalisco Nueva Generación y del Cártel San Luis Potosí Nueva Generación.
Los Zetas eran conformados por unos 300 hombres que en conjunto, representaban el brazo armado del Cártel del Golfo. Esta última facción disputaba territorio al Cártel de Sinaloa cuando Felipe Calderón comenzaba su mandato.
En ese entonces, el Cártel del Golfo era comandado por Jorge Eduardo Sánchez Costilla, el Coss, quien asumió tras la captura de Osiel Cárdenas Guillén. Los operadores: Heriberto Lazcano Lazcano, Jaime González Durán, el Hummer, Héctor Manuel Sauceda Gamboa, el Karis, Sergio Castillo Ortiz, el Checo, y Julio César Rosales Mendoza. Aunque también dirigían los hermanos Mario y Ezequiel Cárdenas Guillén.
La facción que fundara Juan García Ábrego comenzó un distanciamiento con Los Zetas desde 2007, tras la extradición de Osiel Cárdenas Guillén, el mata amigos. Hasta 2010, año de la ruptura definitiva, un análisis de Insight Crime ubicó que los liderados por Lazcano Lazcano tenían presencia en 405 municipios de México.
Los Zetas afianzaron su poderío criminal mediante el terror y actos de violencia despiadada que hasta entonces no se había visto en México.
Integrada originalmente por 31 desertores del Ejército, la agrupación tomaba control del territorio al estilo militar. Aunado a ello se equiparon con armas y comunicaciones de última tecnología; también empleaban inteligencia y disciplina de las Fuerzas Armadas para ejecutar sus operaciones.
SEGUIR LEYENDO: