El gobernador de Texas, Greg Abbott, revocó la orden de inspección de camiones de carga que obstruía el tránsito de los vehículos comerciales en la frontera entre Estados Unidos y México, tras una semana de fuertes repercusiones y temores de graves pérdidas económicas.
El gobernador republicano desistió de sus normas que exigían que todos los camiones comerciales procedentes de México se sometieran a inspecciones adicionales con el propósito expreso de frenar el flujo de migrantes y drogas, una medida que agudizó su disputa con el gobierno del presidente Joe Biden sobre la política de inmigración.
Previamente, el gobernador de Texas, firmó un acuerdo con su homólogo de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, para detener las inspecciones a vehículos de carga en los cruces fronterizos en el estado.
Por medio de un comunicado, Abbott recalcó que ha alcanzado acuerdos con todos los gobernadores mexicanos “vecinos” para detener la migración irregular hacia Estados Unidos.
Sin embargo, aseguró que si México no detiene a los migrantes antes de que lleguen al Río Bravo, reinstalará las inspecciones a todos los vehículos de carga que cruzan la frontera.
“Esperamos y exigimos que, del lado mexicano, finalmente den un paso hacia adelante y detengan los cruces (de migrantes) a través de las aguas bajas (en el Río Bravo) y de otros formas que permiten que estos migrantes ilegales crucen la frontera”, anunció el mandatario texano en entrevista con Fox News.
Greg Abbott - quien busca la reelección en noviembre de este año- aseguró que a su administración no le importarían “las consecuencias económicas que represente para México” reimplementar la inspección unilateral de transportes en los puentes fronterizos.
“Estos gobernadores de entidades que están conectadas con el estado de Texas están tocando nuestra puerta rogando por alivio. A medida que han venido rogando por alivio, les hemos exigido que implementen medidas de seguridad que reduzcan la migración ilegal que cruza nuestra frontera”, aseguró.
Desde hace varios días, el gobierno de Texas implementó revisiones adicionales de manera exhaustiva a tracto-camiones y autobuses que crucen desde México hacia Estados Unidos, con el argumento de reforzar las medidas de control migratorio y seguridad fronteriza para prevenir el trasiego ilegal de migrantes y drogas.
Algunos transportistas aseguraron que habían esperado más de 20 horas para cruzar. Otros bloquearon uno de los puentes comerciales más transitados del mundo en señal de protesta.
La medida impuesta por el gobernador texano provocó pérdidas millonarias. El sector privado mexicano estimó pérdidas de hasta 8 millones de dólares diarios (USD).
Mediante un comunicado firmado por el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), el Consejo Nacional Agropecuario (CNA), la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (CANACAR), la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP) y el Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación (INDEX); aseguraron que la acción de Abbott ha generado un impacto económico y sobrecostos operativos, afectando principalmente a la industria maquiladora, automotriz, de tecnología y perecederos, entre otras.
“Situación que ha causado retrasos de hasta 20 horas en el cruce de camiones de carga y la caída de más del 70% en el flujo comercial y que puede provocar un colapso en el comercio internacional transfronterizo”, advirtieron.
“El endurecimiento en estas inspecciones de seguridad está impactando gravemente a la industria, a las cadenas logísticas y al movimiento de productos frescos de México a la Unión Americana, además de generar impactos económicos y sobrecostos operativos en la región con pérdidas de hasta 8 millones de dólares diarios, lo que repercute directamente en los consumidores, así como en la productividad y competitividad de la región”, resaltaron en el comunicado fechado el pasado 12 de abril.
Con información de AP
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