La mañana de este sábado se dio a conocer el fallecimiento de Rosario Ibarra de Piedra, a los 95 años de edad, así lo dio a conocer la Comisión Nacional de Derechos Humanos de México (CNDH), institución que está encabezada por Rosario Piedra Ibarra, hija de doña Rosario.
“La CNDH lamenta el sensible fallecimiento de la luchadora social, Rosario Ibarra de Piedra, madre de nuestra presidenta, de Claudia, Carlos y Jesús esta mañana en la ciudad de Monterrey, Nuevo León”, señaló la dependencia en su cuenta oficial de Twitter.
El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) también lamentó el fallecimiento de Rosario Ibarra de Piedra, quien tenía padecimientos de salud.
Desde su quinta localizada en Palenque, Chiapas, López Obrador envió un mensaje en sus redes sociales, en donde dio a conocer el hecho y se solidarizó con sus hijos, familiares y amigos.
“Mala noticia: murió doña Rosario Ibarra de Piedra, quien nos recordará siempre el más profundo amor a los hijos y la solidaridad con quienes sufren por la desaparición de sus seres queridos. Ese era su verdadero partido aun cuando admiraba a Giordano Bruno”, escribió AMLO.
En un segundo mensaje, López Obrador señaló: “A nosotros nos apoyó en todo momento y nunca olvidaré que mi madre votó por ella para presidenta de la República. Abrazo a sus hijos y a sus muchísimos seguidores y amigos”, escribió el jefe del Ejecutivo federal.
¿Quién fue Rosario Ibarra de Piedra?
Nacida el 23 de febrero de 1927 en Saltillo, Coahuila, Rosario Ibarra de Piedra fue una férrea activista de derechos humanos y defensora de los desaparecidos por cuatro décadas, así como candidata presidencial y senadora de la República.
Incursionó en el activismo político y social tras la desaparición de su hijo Jesús Piedra Ibarra, quien era estudiante de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) y presuntamente, miembro de la Liga Comunista 23 de Septiembre, un grupo armado clandestino; y quien desapareció en la década de 1970, durante la llamada “guerra sucia” en México, periodo en el que el gobierno -a través del Ejército- reprimió, detuvo, desapareció y asesinó a opositores políticos, guerrilleros y ciudadanos.
A raíz de la desaparición de su hijo, fundó el Comité Pro Defensa de Presos, Perseguidos, Desaparecidos y Exiliados Políticos (Eureka), a través del cual ayudó a cientos de personas que atravesaron por una situación parecida a la de ella.
Fue nominada al Premio Nobel de la Paz en cuatro ocasiones: 1986, 1987, 1989 y 2006. Pero además, su papel como defensora de los derechos humanos la llevó a incursionar en la política.
Fue candidata presidencial (la primera mujer en México) del extinto Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) en las elecciones de 1982, que ganó Miguel de la Madrid, y también en las de 1988, que ganó Carlos Salinas de Gortari, por lo que tras la victoria de este último, se unió a las protestas que aseguraban, se había cometido un fraude en contra de Cuauhtémoc Cárdenas.
En 1985 se desempeñó como diputada federal y en 2006 como senadora del Partido del Trabajo.
En julio de 2019, la Cámara de Diputados le concedió la Medalla al Mérito Cívico “Eduardo Neri y Legisladores de 1913″ que se otorga a ciudadanos que se hayan distinguido sirviendo a la colectividad, a la República y a la humanidad, destacando por sus hechos cívicos, políticos o legislativos.
Ese mismo año, el Senado le otorgó la medalla Belisario Domínguez, el mayor reconocimiento civil de México, pero no pudo asistir a la ceremonia debido a problemas de salud, por lo que recibido por su hija, la actual titular de la Comisión de Derechos Humanos (CNDH), Rosario Piedra Ibarra.
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