Aunque algunos consideran que se trata de una forma de subsistir, el Ejército encabeza la destrucción de campos de amapola en acciones contra el narcotráfico en el país, como quedó registrado en la sierra de Durango, donde ha establecido su bastión por décadas el Cártel de Sinaloa.
Mediante videos difundidos en redes sociales, usuarios mostraron sus inconformidades ante la fumigación de los sembradíos en zonas aledañas a Tamazula, al tiempo que captaron cómo son las operaciones de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) al arrojar los químicos desde el aire.
En una de las grabaciones se observa que, mientras los helicópteros se acercan a la siembra, desde abajo se oyen reportes de radiofrecuencia. Presuntamente informan de las intervenciones militares a lo que consideran meses de esfuerzo.
Otro video dio cuenta de cómo los pétalos volaban, mientras la unidad aérea se acercaba a baja altura para rociar los cultivos. Pero en ambos casos se percibe la estrategia de los soldados: antes de comenzar con el operativo uno de los helicópteros se adelanta para despejar el área o prevenir cualquier riesgo.
Al momento de ejecutar la fumigación, la unidad vigilante se mantiene más alta o también persigue a sus colegas. Desde el suelo se observa cómo caen líquidos esparcidos. La unidad de la Fuerza Aérea da vueltas, cruza de un lado a otro y desciende hasta donde le es posible entre laderas de la sierra.
“Tengo 600 litros de semilla y seis yuntas de bueyes pa’ barbechar cada vez que me rozan”, gritaba un hombre a los militares, al tiempo que una mujer reía, porque arrojaron un par de explosivos pirotécnicos a donde sobrevevolaban.
Algunos criticaron en comentarios que se destruía el esfuerzo de campesinos, quienes se veían obligados a trabajar en esas actividades por falta de mejores oportunidades en la economía local. Otros sugirieron que con una bazuca o un fusil Barret calibre 50 podrían derribar a los agentes de la Sedena.
“Lamentablemente terminan con la única forma de subsistir de esas familias que viven marginadas, olvidadas de programas gubernamentales y toda clase de ayuda social”, indicó uno de los usuarios.
A mediados de febrero de 2022, las Fuerzas Armadas señalaron que se habían erradicado mil 466 hectáreas de amapola solo en 2022. En julio del año pasado, se informó que el cultivo de amapola en México disminuyó por tercer año consecutivo en 2020 y con ello, la producción potencial de heroína, lo cual significó índices más bajos desde 2014.
Actualmente, la Sedena ha reportado que los cárteles de la droga han mostrado un repunte en sus intereses porla síntesis de drogas sintéticas como el fentanilo y la heroína. Pues en el negocio criminal se ven disminuidos costos de producción y también es más rápida la fabricación de estos estupefacientes.
Según informes de la asociación civil México Unido Contra la Delincuencia, datos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) arrojan que, entre 2003 y 2019, hubo erradicación de plantíos de amapola en 835 de los 2,465 municipios del país. Pero esas destrucciones son heterogéneas, según la organización.
El ciclo de producción anual de esta planta registra mayores índices entre enero y mayo, con hectáreas aumentadas en febrero, marzo y abril, según reportes de la Sedena. Algunas zonas de mayor concentración se localizan en Culiacán, Sinaloa; San Pedro Quiatoni, Oaxaca; pasando por la región del Nayar, Nayarit; y Leonardo Bravo, Guerrero.
SEGUIR LEYENDO: