Llegó la festividad católica se Semana Santa y con ella, los días de descanso, sin embargo, México es uno de los países que menos vacaciones tiene al año. En promedio son 14 días, incluidos los de prestaciones y días oficiales que marca el calendario.
Erika Villavicencio de la Facultad de Psicología (FP) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), aseguró que este periodo resulta muy corto, sobre todo si toman en cuenta los días que los trabajadores continúan atendiendo asuntos de su labor, en lugar de gozar las pausas necesarias para despejar su mente.
Desde el 2017 la Organización Mundial de la Salud (OMS) catalogó a los mexicanos como las personas que más se estresan en el mundo por motivos relacionados con el trabajo. Esto le ha otorgado a nuestro país, específicamente el primer lugar en estrés laboral, incluso por encima de China y Estados Unidos, las dos economías más grandes del planeta.
Además, en 2019, según la Bolsa de Trabajo en México OCC Mundial, el estrés crónico en los centros laborales afectó a más del 40% de sus empleados y en 2021 incrementó a 63%.
La cultura laboral en el país ocasionada por la forma en que se educa a los niños y niñas para comprometerse incondicionalmente con el trabajo, es la razón de que los empleados sientan culpa por salir de la oficina a su hora o desconectarse en sus momentos de descanso o vacaciones:
“Este tipo de factores han venido posicionando la cultura laboral llevándonos a tener que demostrar con acciones que nuestro trabajo nos interesa, como la sobrecarga de actividades, tener el escritorio lleno de papeles o quedarse más tiempo de los horarios establecidos. Esto no necesariamente brinda los mejores resultados en las organizaciones, pero sí se desencadenan factores de riesgo psicosocial”
Un ejemplo de ello es el agotamiento o burnout provocado porque las personas fingen estar extremadamente ocupadas para proyectar a los demás la imagen de alguien muy ocupado. Es por esta razón que las empresas u organizaciones tienen resultados de baja calidad, un incremento de accidentes laborales o mala atención al cliente, enfatiza Villavicencio
También la pandemia por Covid-19 aumentó la idea del “trabajador siempre disponible”, lo que aumenta a su vez trastornos mentales como el estrés laboral, así como problemas gastrointestinales, alteraciones del sueño, dolor de cabeza, reacciones conductuales y miedos, aseguró la también coordinadora de Psicología Organizacional de la FP.
“La urgencia o la inmediatez que proveen las nuevas tecnologías han afectado a las personas, sobre todo al evitar que se desconecten completamente de sus áreas de trabajo para atender otras de la vida personal. Por tanto, es necesario encaminarnos hacia un balance de nuestras actividades a través de la organización de nuestros tiempos”, comentó.
La académica aseveró que un periodo vacacional de más de tres días es el tiempo en el cual las personas pueden tener un descanso pleno, esto asegurando que se desentiendan por completo de las responsabilidades laborales.
“Al tener un verdadero descanso nuestros procesos de atención se optimizan al regresar a desarrollar una actividad que requiere concentración, de lo contrario nos bloqueamos y se complica la entrega de buenos resultados. Se trata de cumplir con tiempos y entregables que nos solicitan en lo laboral, pero hacerlo de una forma orquestada y con ello no solamente hay prontitud de entrega de resultados o disminución de conflictos, sino que producimos un mejor clima laboral”, aseguró.
Para la psicóloga de la UNAM, el equilibrio ente la vida laboral y la vida personal, es indispensable para disfrutar el tiempo vacacional y poder regresar al trabajo con un buen desempeño.
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