Cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) inició su gobierno, anunció varios cambios en algunos lugares de México, por ejemplo, las Islas Marías, lugar que sirvió como cárcel por más de 100 años, pero que AMLO ordenó que se convirtiera en un centro para las artes, la cultura y el conocimiento del medio ambiente.
A mediados de 2021, López Obrador compartió fotografías con el avance de la construcción del Centro de Educación Ambiental ‘Muros de Agua-José Revueltas’, en Islas Marías, el cual abrirá al público dentro de tres meses, ha asegurado López Obrador.
Y es que las Islas Marías acogían a una de las prisiones más temidas y aisladas de México. Fue abierta en pleno Porfiriato, en 1905, y cerró en 2019. Durante sus celdas pasaron reconocidas personalidades, como el escritor y activista político José Revueltas, y en total, el tiempo que funcionó como prisión, albergó a unos 45 mil presos.
José Revueltas fue un escritor y activista que estuvo dos veces en esta cárcel. Este jueves 14 de abril se cumplen 46 años de su muerte. Con su obra, sobresalió como una de las figuras más importantes en la creación artística del país.
Nació un 20 de noviembre de 1914 en el municipio de Santiago Papasquiaro, en Durango. Sin embargo, cuando tenía seis años, su familia decidió mudarse a la Ciudad de México. Cuando su padre murió, siendo Revueltas muy joven, dejó la escuela y se educó de manera autodidacta en la Biblioteca Nacional.
A los 13 años se integró a la organización Socorro Rojo Internacional, por lo que inició su militancia política desde muy joven. Al poco tiempo de haberse integrado al Partido Comunista Mexicano (PCM), en 1930, fue encarcelado por propaganda política. Fue la primera vez que ingresó a las Islas Marías. En noviembre de 1932, fue su segundo ingreso a esa cárcel.
Su experiencia en prisión nutrió su obra literaria, logrando plasmar sus impresiones sobre lo que los presos sufren en el confinamiento. A este periodo corresponde la novela de Los muros de agua, publicada en 1941.
Revueltas fue un disidente del sistema político mexicano en todas sus vertientes, incluida la izquierda. Fundó la liga Leninista de Espartaco y más tarde fue expulsado. “Podríamos afirmar que José Revueltas no veía en el marxismo una fe, sino un instrumento de liberación social”, señala la Secretaría de Cultura (Seculta) en un texto publicado en 2014.
El año de 1943 fue una época intensa en la biografía del escritor, pues su novela El Luto humano fue galardonada con el Premio Nacional de Literatura. En este mismo año fue expulsado del PCM al chocar con la dirigencia de Dionisio Encinas, situación derivada de la expulsión de Hernán Laborde y Valentín Campa.
De acuerdo con la Enciclopedia Electrónica de Filosofía Mexicana, creada por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), luego de su salida del Partido Comunista Mexicano, Revueltas dirigió sus esfuerzos a la la construcción de una fuerza socialista que unificara a las distintas voces de dicho pensamiento político.
En esta misión, el autor se relacionó de manera más intensa con Vicente Lombardo Toledano. Según un pasaje citado por la institución educativa, el objetivo de esta nueva organización era ayudar a construir el partido de la clase obrera.
“Mi criterio era el siguiente. El PP (Partido Popular) iba a nacer, y eso estaba muy bien, como el partido de las grandes masas pequeño-burguesas, cuyo papel es tan importante, y en México decisivo, dentro de la táctica y las estrategias generales del proletariado. Los marxistas tendríamos entonces la misión, dentro del PP, de funcionar como fracción organizada que representaría los intereses de la clase obrera, sentando las bases para que, en un futuro no muy distante, se pudiese crear un auténtico partido marxista-leninista (mediante la unidad de la fracción marxista con otros grupos, incluso los militantes más conscientes del PCM) que tendría su aliado más firme en el partido de la pequeña burguesía urbana y las clases campesinas en que necesariamente devendría el Partido Popular, concebido al modo en que yo lo prefiguraba”, manifestó el reconocido escritor en sus memorias publicadas en el tomo II del libro póstumo Las evocaciones requeridas.
En 1967 recibió el Premio Xavier Villaurrutia por su trayectoria literaria. Octavio Paz dijo de él que era “uno de los mejores escritores de mi generación y uno de los hombres más puros de México”.
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