El penetrante color azul turquesa del mar caribe, en conjunto con el cálido clima y la arena blanca de las playas de Cancún han hecho que este destino se posicione como uno de los más importantes para el turismo no solo en México sino a nivel mundial. Año con año, esta ciudad de la Península de Yucatán recibe a miles de turistas provenientes de diferentes partes del mundo, no obstante, su descubrimiento y desarrollo es relativamente reciente.
Un artículo publicado por el Earth Observatory de la NASA ha revelado como fue que una de las regiones más pobres del país logró convertirse en una potencia del turismo gracias al uso de nuevas tecnologías y a la visión de autoridades mexicanas que buscaron, a mediados de 1960, impulsar el desarrollo económico del país.
De acuerdo con el informe, hace poco más de 50 años, Cancún era un territorio desconocido que contaba con una pequeña población de aproximadamente 100 personas. Situado entre la vegetación de la jungla, en donde ahora se erigen algunos de los resorts más exclusivos, antes solo existían unas extrañas dunas de arena y una costa llena de pantanos.
Durante la década de los 60, el puerto de Acapulco en Guerrero ya se había consolidado como uno de los destinos turísticos más importantes del país, sin embargo, la ambición de las autoridades y la necesidad de impulsar el desarrollo económico del país los orilló a buscar nuevas alternativas de lugares que tuvieran el potencial para convertirse en grandes centros turísticos.
De este modo, el gobierno mexicano se interesó en desarrollar el sector turístico en el país para impulsar la economía y comenzó a analizar las estadísticas de varios sitios ya consolidados como Miami Beach y Acapulco.
Ya para 1968, de acuerdo con el artículo del Earth Observatory de la NASA, México utilizó algoritmos y modelos computarizados, así como diferentes conocimientos técnicos y a los mejores académicos de la época para seleccionar el sitio ideal.
Para lograrlo, elaboraron un perfil de consumidor del típico turista, analizaron sus hábitos migratorios y sus gastos. También, respecto a infraestructura, analizaron el diseño de los resorts, la cantidad de habitaciones por hotel así como cuestiones climáticas como la temperatura promedio, las épocas de precipitaciones y los eventos de huracanes. La información fue ingresada a un programa de ordenador y el mismo sistema seleccionó varias posibles opciones.
Luego, los funcionarios se dieron a la tarea de visitar personalmente cada sitio a lo largo de 10 mil kilómetros de la costa de México para inspeccionar sus playas y ver las condiciones de vida que existían. Finalmente, se redujo la elección a 25 sitios y se dio preferencia a las regiones en donde la gente era extremadamente pobre y no había ninguna industria existente, siendo la Península de Yucatán y la isla de Cancún las ubicaciones ideales en este sentido.
Ya para 1972, las excavadoras comenzaron a transformar rápidamente aquel pequeño pueblo pesquero del caribe en uno de los destinos turísticos más populares de las últimas décadas.
El desarrollo económico regional fue uno de los principales objetivos de Infratur en Cancún por lo que se le autorizó a dicha dependencia comprar terrenos para desarrollar e inducir inversión privada que proporcionara servicios básicos como aeropuertos, puentes y carreteras, así como servicios de agua, electricidad y teléfono.
En septiembre de 1974 abrió sus puertas el primer hotel de Cancún y en tan solo un año se construyeron más resorts y recibió alrededor de 100 mil turistas. Actualmente, Cancún provee una cuarta parte de todo el turismo de México y se ha convertido en uno de los destinos turísticos más importantes del mundo.
A pesar de ello, el turismo en Cancún también ha tenido un gran impacto en el medio ambiente de la región, siendo la contaminación del agua uno de los mayores problemas puesto que alrededor del 95% de todas las aguas residuales del agua terminan en el mar.
Esto se ha convertido en una amenaza para los ecosistemas acuáticos, además de que la gran cantidad de basura producida termina en basureros ilegales. Adicionalmente, la construcción de hoteles y la presencia humana ha erosionado las playas, causando graves daños en los arrecifes.
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