Senadores de la República expresaron este martes su preocupación por las afectaciones a las cadenas de suministro que han dejado las nuevas medidas de seguridad migratoria que se están implementando en la frontera con Texas, en los Estados Unidos.
A través de un comunicado, la Comisión Especial de Seguimiento a la Implementación del T-MEC (CESITMEC), encabezada por la senadora priista Claudia Ruiz Massieu, señaló que esta medida incide en los flujos comerciales entre ambos países al incrementar el tiempo de revisión de cada unidad que desea ingresar a territorio texano hasta por 24 horas, lo que impacta en los precios para los consumidores.
Recordó que en la actualidad, los vehículos que ingresan mercancías desde nuestro país hacia los EEUU, son inspeccionados eficaz y eficientemente por los Servicios Aduaneros y de Protección Fronteriza.
Y es que la semana pasada, el gobernador de Texas, Gregory Wayne Abbott, ordenó que todo camión de carga proveniente de México sea inspeccionado por funcionarios estatales, luego de pasar la federal en los puertos de entrada, con el objetivo de contener la entrada de migrantes, en su mayoría de Centroamérica.
Ruiz Massieu explicó que México y Texas tienen una importante relación que se refleja en los 28 puentes y cruces fronterizos indispensables para el comercio binacional, de los cuales el de Nuevo Laredo es el más grande en ambos países.
En este sentido, la CESITMEC hizo suyas las demandas de transportistas y empresas nacionales, quienes han perdido tiempo y productos, principalmente perecederos, a consecuencia de estas nuevas reglas.
Por ello, los senadores pidieron tanto al gobierno de Texas como al mexicano que acuerden otros mecanismos que permitan atender las demandas de seguridad y control migratorio de la frontera común.
“La integración económica ya ha demostrado sus beneficios para las y los ciudadanos de ambas naciones; es un deber de sus respectivos gobiernos fortalecerla y protegerla”
Por ejemplo, se estima que en el Puente Pharr despacha hasta tres mil camiones por día, para un promedio de 18 mil unidades por semana. Sin embargo, desde las inspecciones en Texas apenas se alcanzan entre 500 y 700 por día.
Las perdidas económicas por el retraso en el flujo comercial fronterizo se calculan en ocho millones de dólares al día, lo que afectan principalmente a las industrias maquiladoras, automotriz, de tecnología y perecederos.
De acuerdo con la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), las empresas y vehículos de carga que realizan el servicio de transporte internacional cumplen con un riguroso esquema de inspecciones y certificaciones que garantizan la sanidad y seguridad del cruce transfronterizo antes y durante el paso por las aduanas.
“Uno de los aspectos más delicados es la condición inhumana en que se encuentran los operadores, quienes deben esperar hasta 30 horas para cruzar la frontera, sin alimento ni agua, a 40° C y sin posibilidad de descanso ni aseo personal”, señaló el organismo.
“Los autotransportistas de carga no nos negamos a las inspecciones orgánicas de las que son objeto los vehículos y las mercancías. Sin embargo, solicitamos respetuosamente que se respete el marco jurídico de los asuntos comerciales internacionales existentes en el T-MEC para evitar efectos negativos en las industrias y la población de una región que moviliza más del 30% del valor comercial global”, agregó la Canacar.
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