La Fiscalía General de la República (FGR) obtuvo sentencia condenatoria de 10 años en contra de Jorge Luis Ochoa Cabanillas, el 107 y/o el Sinaloa, quien operaba para el brazo armado de Gente Nueva del Cártel de Sinaloa en las rutas de trasiego establecidas en Chihuahua.
Este sujeto fue recapturado en junio de 2019 en la brecha que conduce de San Francisco de Borja a Nonoava, cuando transportaba 85 paquetes con marihuana con un peso neto de 48 kilos 156 gramos 800 miligramos. En ese entonces se le vinculó con asesinatos, pero solo le fue impuesta la pena por los hechos cometidos en flagrancia.
También llevaba consigo tres armas de fuego, 17 cargadores para armas de fuego de diversos calibres, 519 cartuchos útiles de diversos calibres, una granada y un lanzagranadas, según el conteo de la FGR. Aunque el operativo en que está implicado se decomisó un arsenal y más droga, pues también cayeron cinco sujetos más, incluyendo al expolicía municipal de Cuauhtémoc, Jesús Manuel L. P., el 104.
El 107 fue encontrado culpable de los delitos de acopio de armas de fuego, posesión de cartuchos y de cargadores de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas; además enfrentó cargos por narcotráfico en la modalidad de posesión del enervante con fines de comercio.
Las autoridades ministeriales procesaron a Ochoa Cabanillas, presentaron los datos de prueba que demostraban su responsabilidad y el juez del Sistema Penal Acusatorio del Centro de Justicia Penal Federal lo condenó a pagar 10 años tras las rejas, así como 200 días multa.
Los informes señalan que el 107 era un mando medio de la célula criminal que fundara Margarito Soto Reyes, el Tigre, identificado como el sucesor de Ignacio Coronel Villarreal, alias Nacho, abatido a mediados de 2010.
Actualmente, la célula de Gente Nueva de este líder delincuencial es responsabilizada por delitos contra la salud, asesinatos y una suma de violencia generada en el occidente de Chihuahua.
Cuando arrestaron al exmilitar, el entonces gobernador de la entidad presumió el golpe coordinado con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), pues el 107 fue considerado jefe de sicarios de Edgar Gamboa Sosa, el 11, lugarteniente del Tigre. Las acciones de seguimiento se prolongaron por cuatro meses.
Las autoridades sabían que la célula criminal concentraba a sus mandos en Nonoava. No se reportaron enfrentamientos, pero el resultado del despliegue fue de seis personas arrestadas, entre ellas el 107 y el 104, así como Óscar Daniel M. G., el 96; Carlos Alejandro A. L., el 17; Irinero V. B., el 12; y Miguel C. P., el 08.
También se aseguraron siete vehículos, siete armas largas, cuatro armas cortas, granadas y lanzagranadas, 2500 cartuchos, 244 kilos de mariguana y semilla de amapola; además de 10 chalecos tácticos, 11 cascos, dos placas balísticas, un par de botas tácticas y tres radios de comunicación con su respectivo cargador.
Uno de los asesinatos que se le atribuyó a esta facción de Gente Nueva fue el cometido contra el candidato de Morena al Seccional de Anáhuac, Jesús Moncada, en septiembre de 2018. También fueron vinculados con la ola de violencia en Cusihuiriachi, Carichí, San Francisco de Borja y Nonoava.
Sin embargo, el recién condenado por la FGR, ya había sido arrestado en abril de 2017 en Cuauhtémoc en las calles 12 y Tamaulipas de la colonia República. Aquella vez se identificó como parte de un grupo delincuencial y por su apodo, originario de Mazatlán, Sinaloa.
Pese a que se le decomisó el arma con que quiso disparar a los oficiales, así como incautación de droga, equipo táctico y placas, falsas, recuperó su libertad hasta su recaptura en 2019.
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