Las autoridades ya le seguían la pista a Brian Donaciano Olguín Verdugo, el Pitt, quien quiso conducirse con un bajo perfil y afianzar sus operaciones en Colombia para el Cártel de Sinaloa, pero su relación con una modelo de Cali terminó por llevarlo a manos de la justicia.
El mexicano es requerido por el Tribunal del Distrito Sur de California, donde está acusado de conspiración para el tráfico de cocaína. De acuerdo con las investigaciones, sería responsable de un cargamento del narcótico decomisado en 2014 y cuyo peso fue estimado en 303 kilogramos.
Desde entonces fue ubicado en el radar de la Administración del Control de Drogas (DEA) e imputado en la corte de la demarcación que colinda con la entidad fronteriza de Baja California. Ocho años más tarde del aseguramiento, su encuentro planeado con una colombiana fue la clave del arresto, según medios del país sudamericano.
Las versiones preliminares indicaron que Olguín Verdugo fue designado por Ismael Zambada García, el Mayo, para establecer los intereses en el envío de cocaína. Sin embargo, Jorge Luis Vargas Valencia, director general de la Policía Nacional de Colombia, señaló que el Pitt era el enlace más importante para familiares de Joaquín Guzmán Loera, el Chapo.
Trabajaba con la familia del narcotraficante más peligroso de México, el Chapo Guzmán, así lo han relacionado las autoridades de los Estados Unidos
Actualmente, el Cártel de Sinaloa es comandado por dos facciones principales: aquellos que han respondido al Mayo Zambada durante décadas; y los herederos del imperio delincuencial conocidos como los Chapitos y/o los Menores, hijos del Chapo Guzmán: Iván Archivaldo Guzmán Salazar, Jesús Alfredo Guzmán Salazar, Ovidio Guzmán López y Joaquín Guzmán López.
Sobre Brian Donaciano Olguín Verdugo no habían trascendido mayores reportes en México. Según consultas de Infobae México, este sujeto enfrentaba un proceso en el Juzgado Sexto Civil de Tijuana contra Jesús Guerra Márquez y Diana Jackeline Guerra Carrillo. Su Acuerdo 2156/18 fue publicado en febrero del año pasado.
Reportes iniciales señalaron que el Pitt tenía una cita con una modelo que recientemente había conocido. No está claro si fue la misma pareja con quien ingresó al Aeropuerto Internacional José María Córdova, cerca de Medellín, el 17 de febrero pasado. Pero la mujer fue crucial en el caso.
Agentes de la DEA y de Colombia dieron seguimiento a la femenina. Se acercaron poco a poco a ella, incluso, personal de seguridad se movilizó para colaborar en el cerco. Otro factor que influyó en el operativo fue el monitoreo de mexicanos que eran asiduos a restaurantes y bares exclusivos en la llamada capital del Valle.
En la ciudad, Olguín Verdugo se reunía con traficantes en esas zonas VIP por pocas horas para negociar la compra y el transporte del narcótico con destino al extranjero. Su última entrada a la región está ubicada en 2018.
Vargas Valencia detalló que los intereses del emisario mexicano fueron para concertar negocios del narcotráfico en el Sur del Valle del Cauca y Nariño, para envíos a Centroamérica. En particular, fue delegado como vínculo con las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) llamadas Dagoberto Ramos, Carlos Patiño y Jaime Martínez, a cargo de Iván Mordisco y Gentil Duarte.
Ya había viajado al país sudamericano al menos en tres ocasiones. Ahora la DEA alertó a las autoridades locales para que pusieran atención al Pitt, descrito como una persona de contextura gruesa, con tatuajes y estatura cercana al metro con ochenta, que cuidaba de sus comunicaciones con mensajes cifrados a sus enlaces.
Sabemos que tomó varias formas diferentes de transporte, hasta hace un par de días, llegar a Cali, en donde también de manera, de muy bajo perfil se ubicó en un edificio
En coordinación con autoridades de EEUU montaron un despliegue en el condominio exclusivo para arrestarlo. De acuerdo con lo informado por la Policía Nacional de Colombia, el seguimiento requirió de más de un mes y medio. Fotografías tomadas a lo lejos lo mostraban sin camisa, en la intimidad de su habitación.
El Pitt implementó en Sudamérica la táctica usada por cárteles de la droga para garantizar sus alertas en operativos. Según el informe oficial, tenía la sofisticada estructura de seguridad que consiste en la vigilancia de los llamados halcones, quienes tuvieron que advertirle sobre movimientos extraños y proteger su vida y libertad.
La guardia era del grupo de mexicanos, quienes mandaron la alerta a su jefe. Al enterarse de que había oficiales cerca, Olguín Verdugo llamó al portero de su edificio para preguntar si sabía de algo. Allí ya estaba instalado un agente de seguridad, que tomó su llamada y respondió que había un procedimiento de rutina.
Antes de colgar el citófono los uniformados llegaron hasta el interior del apartamento, sin darle tiempo para que escapara del cerco policial
Cuando se adelantó su captura, intentó sobornar a los agentes de Policía con hasta mil millones de pesos colombianos para que lo dejaran ir, pero su esfuerzo fue infructuoso.
En una videograbación compartida por las instituciones se le nota acongojado, preguntando detalles en la lectura de la orden de arresto con fines de extradición. Ahora resta que sea enviado para su proceso en Estados Unidos.
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