Agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EEUU (CBP) decomisaron casi media tonelada de drogas en el cruce que une Reynosa, Tamaulipas, con el sur de Texas, la cual fue evaluada en 13 millones 600 mil dólares.
De acuerdo con el reporte de la Oficina de Operaciones de Campo, interceptaron un cargamento en la Instalación de Carga del Puente Internacional de Pharr. En el envío se localizaron paquetes de fentanilo, cocaína, heroína y la mayor parte fue de metanfetamina.
El aseguramiento se concretó el pasado 6 de abril, cuando oficiales del CBP encontraron un remolque comercial que llegaba de México. Presuntamente, cárteles con operaciones en la llamada frontera chica habrían traficado los narcóticos.
Primero, el agente estadounidense a cargo de la revisión utilizó sistemas de inspección no intrusivos, además de apoyo con un binomio canino, que realizó una detección positiva. Fue así como dieron con 10 paquetes que pesaban 3.58 kg de supuesto fentanilo, y 10 más que contenían 1.22 kilos de cocaína.
También incautaron otra decena de empaques con 1.24 kg de heroína y 3 mil 618 envoltorios cuyo peso fue calculado en 433 kilogramos con metanfetamina. Todos los estupefacientes estaban ocultos y aún no se ha determinado su destino específico en territorio estadounidense.
“La instalación de carga de Pharr continúa siendo un objetivo para la actividad de contrabando, pero nuestros oficiales de CBP son implacables y utilizan todos los recursos disponibles para encontrar y detener estos intentos de contrabando”, dijo el director del Puerto, Carlos Rodríguez.
Reynosa es asediada por diversas células del Cártel del Golfo, principalmente los brazos armados de Ciclones, Escorpiones y Metros, remanentes de la organización criminal surgida desde mediados de 1980 y con bastión en Matamoros.
Al ubicarse en la frontera, la ciudad es clave en las rutas de trasiego de cárteles mexicanos, pero también se aprovecha el tráfico de migrantes. Sin embargo, uno de los últimos decomisos de relevancia en la región ocurrió a mediados de marzo pasado, cuando autoridades estadounidenses incautaron 331 kilogramos de marihuana que se encontraban al interior de una camioneta compacta.
Según el informe oficial, el cargamento fue introducido tras cruzar el Río Bravo a la altura de Brownsville, Texas. Los agentes del CBP lograron el decomiso envuelto en 28 paquetes, cuyo costo se estimó en 519 mil dólares.
De acuerdo con la información compartida por las autoridades, un sujeto fue sorprendido cruzando una camioneta Chevrolet Trailblazer desde el lado de Tamaulipas, pero al advertir la presencia de agentes fronterizos, huyó del lugar con dirección a México.
Mientras que el pasado 7 de marzo, la Fiscalía General de la República (FGR) anunció que, en coordinación con efectivos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), incineró más de cuatro toneladas de narcóticos relacionados con diversas averiguaciones previas y carpetas de investigación en Reynosa, Tamaulipas.
La quema incluyó cuatro toneladas 755 kilos 833 gramos 500 miligramos de marihuana, ocho gramos 200 miligramos de metanfetamina, siete gramos 100 miligramos de clorhidrato de cocaína, siete gramos de cocaína, así como seis unidades de resina de cannabis sativa, señaló la FGR.
“Las diligencias ministeriales dieron cumplimiento al Programa de Destrucción de Narcóticos y a lo dispuesto en el Código Nacional de Procedimientos Penales, el cual establece la destrucción de drogas aseguradas y los objetos que son instrumentos del delito”, detalló en un comunicado.
Los estupefacientes fueron destruidos en las instalaciones de la Octava Zona Militar con residencia en Reynosa. El Ministerio Público Federal coordinó el evento de identificación y realizó las diligencias de conteo, pesaje e incineración de narcóticos.
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