Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la Ciudad de México, refrendó su lealtad al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en el aniversario 17 del desafuero que fue objeto cuando él era jefe de gobierno del entonces Distrito Federal (DF) en 2005. Haciendo uso de redes sociales, la doctora en ingeniería ambiental publicó este jueves 7 de abril:
“A 17 años del desafuero seguimos diciendo: Sí, es un honor…”
Y es que desde el 18 de mayo de 2004, la entonces Procuraduría General de la República (PGR) que estaba bajo el mandato del ejecutivo federal de Vicente Fox (2000-2006) solicitó el desafuero de López Obrador en relación al intento de expropiación del predio conocido como “El Encino” para comunicar a un hospital.
El motivo de solicitar el desafuero al legislativo federal fue que en septiembre del 2003, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), por unanimidad, dejó sin efectos la resolución jurídica que le daba sustento a la apropiación del predio donde se comunicaría la mancha urbana con el Hospital ABC. De tal modo que la PGR procedió con el cargo de “desacato” para retirarle la inmunidad legal a AMLO e intentar procesarlo.
En consecuencia, la Cámara de Diputados realizó la sesión especial para definir si se desaforaba al jefe de gobierno del DF el 7 de abril del 2005, en donde se presentó AMLO a pronunciar un discurso menor a 10 minutos en el que sostuvo que en realidad se trataba de una trama planeada por las esferas políticas y empresariales de México.
Los nombres que mencionó en relación a este complot fueron Vicente Fox Quesada, presidente de México; Rómulo O’Farrill, empresario de alto perfil; y Mariano Azuela, presidente de la SCJN.
“Comparezco con dignidad, ante este tribunal, por el juicio de desafuero en mi contra. Muy poco voy a argumentar, en términos jurídicos, sobre la falsedad de este juicio. Tengo la certeza, absoluta, de que no se me juzga por violar la ley sino por mi manera de pensar y actuar”, inició su célebre discurso ante las y los diputados del PRI y PAN que lo desaforaron.
Señaló que el único delito que cometió fue “intentar abrir una calle para comunicar un hospital” y que sus detractores lo utilizaron como pretexto para deslegitimar su búsqueda de cambio en las estructuras de poder en los tempranos dos miles de México.
Aseguró que los grandes jerarcas de México, esos que se sienten dueños del país, tienen miedo al cambio y “ese miedo los lleva a tratar de aplastar a cualquiera que atente contra sus intereses y proponga una patria para todos y una patria para el humillado”. Esto, cabe contextualizar que ocurrió en el último tramo de su gobierno en el DF y que AMLO se perfilaba como el candidato más popular para ser presidente de México de la mano con el Partido de la Revolución Democrática (PRD), mismo que en el 2021 perdió su registro como partido político local en 15 estados porque ya nadie vota por él.
Durante su discurso, señaló que no esperaba continuar con su fuero, pues las y los diputados del PRI y PAN, que eran mayoría, ya tenían la orden de desaforar a AMLO, de tal modo que se limitó a restregarles este dato en la cara y les dijo que, con el tiempo, la historia los iba a juzgar.
“No espero de ustedes una votación mayoritaria en contra del desafuero, no soy ingenuo, ustedes ya recibieron la orden de los jefes de sus partidos y van a actuar por consigna aunque se hagan llamar representantes populares […] Ustedes me van a juzgar, pero no olviden que todavía falta, que a ustedes y a mí nos juzgue la historia, viva la dignidad y viva México”
SEGUIR LEYENDO: