Una de las personalidades más importantes del mundo del espectáculo del siglo pasado en México fue, sin duda alguna, la actriz de la época del Cine de Oro Mexicano, María Félix, quien con su belleza, personalidad y estilo, logró cautivar al público mexicano.
María Félix, también conocida como María Bonita, o La Doña, nació un día como hoy, 8 de abril de 1914, y uno de los datos más curiosos de su vida, es que también murió un día como hoy, pero del año 2002. Este viernes se cumplen 20 años de la muerte de la actriz, y 108 años de su nacimiento.
Era originaria de Sonora, y siempre fue una mujer de carácter fuerte, directa y hasta misteriosa. A lo largo de su vida, se contaron varios mitos sobre ella. Se dice que la llegada de Félix al cine, fue meramente casualidad, en un encuentro en el Centro de la Ciudad de México, que más tarde la convertiría en la estrella más grande del país.
Tuvo la posibilidad de tener una prestigiosa carrera en Hollywood, pero se decidió por empezar en el cine mexicano. Con su carrera cambió paradigmas en el mundo del cine, el papel de la mujer en películas pasó de ser el de la damisela al de terrateniente. Ella se convirtió en la mujer que eligiera sus propios roles, y una de las mejores pagadas en todo el medio.
Más allá de la exitosa carrera que tuvo dentro del mundo del cine, con 47 películas grabadas, su legado se extiende fuera del cine. Su imagen fue símbolo de lujo, el estilo y la excentricidad, y fue el personaje principal no solo de sus películas, sino de toda una estética, explicable únicamente con su nombre.
María Félix solía mostrarse con lujosas prendas, no solo de vestir, sino para adornar su cuerpo. Contaba con lujosas joyas que deslumbraban a todo aquél que las veía, y fue clienta estrella de Cartier, por sus excéntricos encargos en joyas.
La actriz hizo varias peticiones especiales a Cartier. Y es que la fascinación de Félix por los animales exóticos, hicieron que se contaran varios mitos en torno a ella. Una de estas historias es sobre un collar de cocodrilos que varias veces se vio adornando el cuello de La Doña.
Se cuenta que, un día, María Bonita entró en una tienda parisina Cartier, en 1975, con un cocodrilo pequeño vivo, dentro de una jaula. Colocó ésta sobre un mostrador, y dijo que quería que le hicieran una copia exacta del animal, utilizando únicamente metales preciosos. La solicitud de la actriz no resultó en una, sino en dos piezas. De esta manera, se cuenta, nació una de las creaciones más icónicas de la firma.
Los animales, y en especial, los reptiles, ya eran una fuente de referencia de la casa francesa desde principios del siglo XX, sin embargo, el pedido resultó convertirse en todo un reto para los expertos en joyería, creadores de la pieza. Después de la muerte de la actriz mexicana, sus joyas fueron puestas en venta, y el collar fue adquirido de nuevo por Cartier para formar parte de su archivo histórico. Se cuenta que la casa francesa pagó 20 millones de euros.
Sin embargo, los cocodrilos no fueron los únicos reptiles que adornaron el cuello de María Félix. Unos años antes, en 1968, La Doña comisionó una pieza llamada Collar Serpiente. Esta fue creada a partir de platino, oro blanco, oro amarillo y dos esmeraldas que le servían como ojos. La pieza estaba compuesta por 2 mil 473 diamantes y un peso de 178,21 quilates.
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