Adalberto Martínez Chávez mejor conocido como Resortes fue un actor y comediante mexicano. Su peculiar sobrenombre vino de su hermano Carlos Martínez que fue quien le puso así por su extraña forma de caminar y de bailar. Al principio odiaba su apodo, aunque poco después le tomó cariño e incluso creo la famosa frase que dice “Resortín de la resortera, para servirle a usted donde quiera y como quiera, menos por donde quiera y mientras Dios quiera. con la que tomó gran popularidad”.
Nace un 25 de enero de 1916 en la Ciudad de México y no fue hasta el año 1931 que el director de Tierra y Libertad le permitió participar como extra en su obra. Los orígenes de Resortes son humildes pues se crio en el callejón del Estanquillo número 10, en la colonia Tepito. Su familia era de escasos recursos, así que desde los 15 años tuvo que trabajar vendiendo paletas afuera del Teatro Hidalgo. Al trabajar allí el actor descubrió el mundo del espectáculo, veía las presentaciones de los circos y fue gracias a trabajar allí que el destino le abrió una increíble oportunidad.
Una vez cuando se presentó en el teatro, su madre no tenía conocimiento de que estaba trabajando en eso y cuando lo descubrió le metió una buena regañíza. Resortes expresó en una entrevista que sus padres nunca estuvieron de acuerdo con que él formara parte del ambiente artístico.
Algo que no muchos saben es que no solo se dedicó al teatro y al cine, sino también al radio y a la televisión. Durante su carrera destacó por su ingenioso humor y por su increíble manera de bailar. En una ocasión hizo el famoso paso Moonwalk de Michael Jackson en una parte de la película Colegio de Verano del año 1959. Circularon rumores de que el cantante de pop pudo haberse inspirado en él para crear el su conocido baile.
Compartió escena con actores como Germán Valdés Tin Tan, Mario Moreno Cantinflas, Antonio Espino Clavillazo, Evangelina Elizondo y Silvia Derbez. Fue gracias a la película Confidencias de un rotulero de 1949 cuando Adalberto destacó rotundamente en el cine mexicano ya que sus expresiones faciales, su manera de hablar y bailar eran muy originales. Todo su talento lo llevó a tener éxito mundial y por ello en la calle del Estanquillo le hicieron una placa que conmemora su legado.
Un dato verdaderamente lamentable acerca de la vida de Resortes es que su hija Yolanda Martínez Constance fue asesinada a los 56 años, a consecuencia de un asalto, la noche del 13 de mayo de 1996. Ella paseaba en su coche por el Centro Histórico de la Ciudad de México sobre la calle Bolívar en donde fue interceptada por un hombre que quería robarle el auto, como ella no accedió recibió un disparo que la mato.
El actor poco tiempo antes de morir visitó Los Pinos en el mandato de Vicente Fox, fue ahí cuando le contó que contrajo neumonía mientras estaba en las grabaciones de la novela Vivan los niños. Murió el 4 de abril de 2003 a los 87 años y en su funeral uno de sus hermanos llamado Raúl dijo que Resortes siempre iba ser recordado por representar al pueblo mexicano a través de sus películas.
Según sus conocidos él era un ser humano empático y humilde. La agencia Notimex días después de su muerte, publicó una anécdota sobre como un día iba caminando por la Alameda Central y se encontró a unos niños durmiendo en la calle, por esta razón Adalberto se quitó el abrigo y el saco para dárselos; acto seguido los pequeños sacaron un cigarro y entre todos se lo fumaron. La frase del actor al marcharse fue: ¡Ah qué mis cuates estos! Ahí nos vemos, pórtense bien ca**.
Quienes convivían con Resortes eran concientes de que nunca perdió el piso, de hecho él hizo como tradición decembrina ir a saludar, felicitar y abrazar a sus amigos del Diario Cine Mundial el día de Navidad. El pasado 4 de abril se conmemoraron 19 años del fallecimiento de Adalberto Martínez, que siempre será recordado como uno de los cómicos y bailarines más importantes la Época de Oro del cine.
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