La Fiscalía General de la República (FGR) obtuvo sentencia condenatoria de hasta 20 años en contra de tres exintegrantes de los Caballeros Templarios, quienes operaban al sur de Morelia, capital de Michoacán.
Estos sujetos fueron detenidos en 2011 y tras un extenso proceso judicial, ahora saben de la pena que deberán cumplir por los delitos delincuencia organizada, hipótesis de cometer delitos de contra la salud. Es decir, narcotráfico.
Gilberto Soto Muñoz, el Pingüino; Nazario Mendoza y/o Nazario Escalante Calapia, el Vaquero; y Juan García Sánchez, el Lobo, cayeron en posesión de armas de fuego y marihuana, pero no les fueron imputados delitos específicos por tener en su poder esos recursos ilícitos.
De acuerdo con el reporte de las autoridades federales, el Pingüino y el Vaquero fueron condenados a 20 años tras las rejas, por lo que saldrán libres en 2031. Sin embargo, el Lobo quedaría libre el próximo año, pues la condena en su contra fue de 12 años y seis meses.
Según los reportes, los Caballeros Templarios han ejercido su dominio desde Tacámbaro, San Juan Yoricostio, Puruarán, Ario de Rosales y Villa Madero. Actualmente se ha visto disminuido, pero aún mantiene remanentes en alianza con otras células locales.
Pasó más de una década para que las autoridades ministeriales procesaran a los miembros del grupo delincuencial. El caso fue perseguido por la Fiscalía Especializada en materia de Delincuencia Organizada, en coordinación con la Fiscalía Especializada de Control Regional.
Los Caballeros Templarios se desplomaron en su fortuna con la detención de su líder, Servando Gómez, la Tuta, en febrero de 2015. En ese año, el grupo tenía presencia en ciudades estadounidenses como Portland, Salem, Birminghan, Las Vegas y Fresno.
La banda criminal, con experiencia en corromper funcionarios y obtener pagos de empresas, negocios inmobiliarios y agricultores, entró a la minería con aplomo. Por ejemplo en 2014, cuando en un pequeño poblado de caminos montañosos, reunieron cientos de camiones para llevar el mineral al puerto de Lázaro Cárdenas.
De acuerdo con los reportes, se trataba de la comunidad de Arteaga, donde nació la Tuta, el exprofesor que lideró a los Caballeros Templarios, tras sustituir a la Familia Michoacana. Esta facción fue fundada por Enrique Plancarte Solís, excabecilla abatido por la Marina Armada de México en un enfrentamiento en Querétaro en 2014.
En este último año se articularon civiles armados para combatir a los comandados por Servando Gómez, a través de autodefensas. Sin embargo, algunos delincuentes se incorporaron a la fuerza rural para ser perdonados y no resultaran perseguidos por las autoridades. Después, el gobierno de Enrique Peña Nieto legalizó al grupo civil, pero finalmente terminaron corrompidos y cometiendo actividades delictivas a las que estaban acostumbrados los falsos convertidos.
Uno de los episodios de violencia atribuido a los Caballeros Templarios ocurrió el pasado 3 de enero, cuando sicarios ejecutaron al Teniente de la Marina Víctor Manuel J, en la capital de Michoacán. Tres integrantes de la célula remanente fueron arrestados casi tres semanas después.
De acuerdo con la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, se desplegó un operativo para dar con la captura de Jeivani “N”, el Jovani, así como Israel “N” y Víctor Manuel “N”, el Mani. Entre ellos estaría el asesino material. Todos fueron arrestados al intentar escapar a bordo de un vehículo.
El atentado contra el agente se registró en la salida a Charo, a un costado del libramiento Paseo de la República. Las autoridades informaron que el integrante de la Semar se encontraba de vacaciones en la entidad e iba acompañado por su hermana, Erandi Margarita, quien quedó lesionada, así como un menor que no sufrió mayores daños.
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