Quiénes son los Rusos y cuál es su papel clave en la guerra interna del Cártel de Sinaloa

Los Rusos son identificados como uno de los brazos armados de Ismael Zambada García, el Mayo, máximo líder en el Cártel de Sinaloa durante décadas, y este grupo lidera la disputa interna contra los Chapitos, facción de la misma organización criminal comandada por los hijos de Joaquín Guzmán Loera, el Chapo.

De acuerdo con diversos reportes, la célula delincuencial se expandió a las pugnas dentro de grupo del crimen transnacional del Pacífico que han tenido lugar en el Valle de Mexicali, Baja California. Ahí son encabezados por Jesús Alexander/Alejandro Sánchez Félix y/o Miguel Ángel Gaxiola, el Ruso.

Sobre este personaje no han destacado mayores informes, salvo su enemistad contra células de Iván Archivaldo Guzmán Salazar, Jesús Alfredo Guzmán Salazar, Ovidio Guzmán López y Joaquín Guzmán López. Presuntamente, el propio Mayo Zambada ordenó al Ruso que se desplazara de Sinaloa para evitar la narcoguerra en su principal bastión, pero la batalla solo se extendió a Baja California y límites de Sonora.

Y es que el Ruso, como lugarteniente de relevancia para Zambada García, no participó en la liberación de Ovidio Guzmán en octubre de 2019, cuando los Chapitos sometieron al Estado mexicano bajo amenazas de asesinar a inocentes si el Ratón no era devuelto, algo que finalmente ocurrió tras el caos, balaceras y asesinatos del llamado culiacanazo.

Desde entonces son identificadas las diferencias y los rencores contra el operador del Cártel de Sinaloa. Sin embargo, las decisiones del Ruso por negarse a colaborar en la presión contra autoridades mostró la discrepancia entre las dos facciones que mantienen el liderazgo. No actuó por iniciativa propia, sino por órdenes superiores.

Los hijos del exjefe criminal, también conocidos como los Menores, asumieron la herencia del imperio criminal dejado por el Chapo Guzmán, pero llegaron a una estructura dominada y sustentada desde mediados de 1980 por el Mayo Zambada, quien nunca ha pisado la cárcel. Este último ha rechazado la impulsividad, inexperiencia y errores tácticos de los vástagos de su compadre.

Según algunas versiones periodísticas que citan a funcionarios del gobierno federal, los Chapitos comenzaron a perder simpatía al atentar contra integrantes del mismo cártel, lo que no ocurría cuando el Chapo Guzmán estaba al mando, pues existían pactos para el control de plazas.

Pero la disputa no solo se ciñe a equivocaciones de la nueva camada, pues los herederos de Guzmán Loera también tienen como saldo pendiente cobrar la venganza porque su padre fue traicionado por el hijo y hermano del cacique criminal, Vicente Zambada Niebla y Reynaldo Zambada García, quienes testificaron en la corte de Nueva York para que el capo fuera condenado a cadena perpetua.

El Ruso está sujeto a la contienda contra el Mayo Zambada y uno de los eventos en que se acentuó la batalla ocurrió un mes después del culiacanazo, cuando sicarios de ambas facciones manifestaron sus desacuerdos sobre quién era de mayor jerarquía en el Cártel de Sinaloa. Todo comenzó por la disputa local de Agua Caliente, cuando por el lado de los Chapitos estuvo Néstor Isidro García y/o Néstor Ernesto Pérez Salas, el Nini, 09 y/o Chicken Little.

Después, la batalla persiguió a ambas facciones en zonas como Tepuche en Sinaloa, Valle de Mexicali y San Luis Río Colorado, Sonora, dejando una estela de múltiples asesinatos, enfrentamientos y el terror entre la población que ha quedado en medio de la narcoguerra. Esto se ha prolongado en los últimos tres años y lo han padecido operadores que responden a un grupo o a otro como si se tratara de daños colaterales.

Los Rusos se establecieron en la frontera norte de México y ahí es donde buscan mantener el control para el Mayo Zambada contra intereses por las plazas de parte de los hijos del Chapo Guzmán, quienes se han valido de brazos armados como los Salazar que se mantuvieron fieles al jefe caído, desde sus bastiones en Sonora y el corredor del narcotráfico que significan los límites de Chihuahua.

En Baja California, el Ruso consolidó sus fuerzas desde inicios de 2020 con Felipe Eduardo Barajas Lozano, el Omega, quien fue delegado a diversas actividades ilícitas en aras de afianzar los negocios del Mayo Zambada, pero finalmente cayó en manos de la justicia tras ser perseguido por imprudencias derivadas de una borrachera el 27 de diciembre de 2021.

Barajas Lozano comandaba a los Omegas, que tras su caída pasaron a manos de su hermano, Christian Yael Barajas Lozano, quien ha sido identificado en narcomantas firmadas por la llamada célula de la Taquiza. Además, Jesús Alexander Sánchez Félix dirige a Alfonso Peralta y/o Alfonso Amaya, el P-1 y/o Ponchito de la Lima; así como a Héctor Infante, el Tolín; y Maximiliano Aispuro Álvarez, el Max.

Para noviembre de 2020, las autoridades de Baja California detuvieron a 12 sicarios enviados por los Chapitos para tomar el control de Mexicali. El operativo de al menos 20 hombres contra el Ruso estaría a las órdenes de un sujeto apodado el Tecua. Aunque los emisarios cayeron en acciones distintas, fueron identificados como parte de la misma célula, pues habían sido reclutados en centro de rehabilitación de Mazatlán.

Casi medio año después, en mayo de 2021, las fuerzas de seguridad también atacaron a los Rusos, tras detener a 11 presuntos criminales. Pero una serie de narcomantas aparecieron en Mexicali y amenazaron a los tres órdenes de gobierno reclamando el arresto. Días más tarde, los operadores del Mayo Zambada fueron liberados.

Fue entonces cuando arreció la expansión para cobrar cuotas a traficantes de personas y narcomenudistas en la zona que colinda con Sonora. Los Rusos fueron ubicados como supuestos responsables del repunte de violencia en la demarcación por obtener recursos de quienes han ejercido actividades ilegales durante años en un formato independiente.

En abril del año pasado ejecutaron a Jorge Humberto Maya Siqueiros, el Vampiro, en pleno puente Miguel Alemán que conecta Mexicali con San Luis Río Colorado. El sicario de los Salazar respondía a los Chapitos. La limpia ya se había extendido desde el oriente al resto de la urbe.

Por esa fecha también fue asesinado Jesús Ramón Velázquez Contreras, el H, quien era cercano Miguel Ángel Beltrán Munguía, el Indio. Este último tuvo diferencias contra el Omega y el Ruso por el supuesto robo de drogas, pero era enlace de relevancia en el Cártel de Sinaloa. En enero de 2021, su cuerpo fue abandonado en la carretera a Islas Agrarias.

En marzo pasado, se acumularon diversas narcomantas en la entidad, las cuales fueron firmadas por los Omegas. Los mensajes escritos en una tela blanca señalaron al secretario de Seguridad Pública del estado, Gilberto Landeros Briseño, de ser el principal responsable por la inseguridad en el Valle de Mexicali.

La respuesta ocurrió el reciente 5 de abril cuando agentes estatales y del Ejército detuvieron a Rubén Benítez Ponce, el 80, otro de los cabecillas de los Rusos que mantenía un bajo perfil y solo había sido identificado con el alias. La detención ocurrió en la Zona Dorada de Mexicali, donde el lugarteniente de 38 años estaba saliendo de su domicilio ubicado en Casa Maya, una zona residencial al Oriente de la ciudad. Armas largas, cartuchos y cargadores fueron decomisados.

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