Su lucha es por la comunidad trans, por tener una vida digna y feliz, por garantizar un mundo igualitario para todas las personas. Por ello, Láurel Miranda, periodista y docente, se ha convertido también en una activista que no duda en compartir a través de sus redes sociales mensajes y contenido que permitan informar sobre las situaciones de vulnerabilidad que enfrentan: censura, discriminación, violencia y transfeminicidios.
Y es que como profesional del periodismo se enfrentó a la censura. En entrevista para Infobae México narró que un momento en el que vivió transfobia fue cuando en su antiguo empleo -dentro de un medio de comunicación - decidieron retirar unos textos que publicó sobre la comunidad trans porque le indicaron que no los comprendieron por desconocimiento del tema. La activista resaltó que la situación le pareció violenta y problemática ya que se trata de una identidad y de una realidad que vive la comunidad históricamente vulnerada que no debería pasar desapercibida.
De acuerdo con Amnistía Internacional, la transfobia es el rechazo hacia las personas transexuales que cambian el sistema de sexo y género socialmente establecido, además de que sufren un alto grado de marginación y violencia.
Láurel comenzó su transición de género en el 2020, desde ese entonces ha buscado que las personas trans se visibilicen en espacios públicos. En su entorno profesional ha pasado por situaciones de desconocimiento sobre las identidades trans por parte de periodistas, editores y redactores, por esa razón para ella es importante que quienes comparten información se formen al respecto.
Una de las problemáticas que destacó la periodista es que las mujeres trans pasan por discriminación laboral porque “nos encontramos en un contexto en el que la sociedad nos acepta en cierta medida solamente si las mujeres trans nos vemos como creen que debe ser una mujer”. Asimismo, explicó que cuando la comunidad trans “toca la puerta para pedir trabajo” en muchas ocasiones son rechazadas por su tono de voz y aspecto masculino o por el simple hecho de ser transexual.
La también docente resaltó que es necesario “que toquemos el tema de la cuota laboral para personas trans en México, algo que ya ocurre en Argentina y que tendría que pasar también en nuestro país, no porque no contemos con habilidades o que queramos que forzosamente que nos contraten sino porque si tenemos esas capacidades, el tema es que no nos están abriendo la puerta simplemente por ser quienes somos”.
Como ejemplo de un caso de transfobia por parte de un diputado enunció que el 30 de marzo se reunieron cientos de personas en el Monumento a la Revolución para poner consignas y firmar la bandera trans, para que un día después, 31 de marzo que se conmemora la Visibilidad Transgénero la llevaran a la Cámara de Diputados, lugar donde estuvo presente Gabriel Quadri, quien en palabras de Láurel " violentó a las diputadas trans María Clemente y Sandra Luévano al llamarles señores”.
Miranda dijo que el llevar la bandera trans fue un acto simbólico y muy político para enfrentar estos discursos de odio que también se dan dentro de la alta esfera política con diputados y que se expande a nivel institucional: “no podemos permitir en un lugar como la Cámara de Diputados se avale la discriminación por identidad de género”, precisó.
Derivado de la desigualdad y la violencia que vive la comunidad trans, Láurel de igual manera destacó que México es el segundo país con más transfeminicidios, el concepto no está tipificado en el Código Penal Federal y es algo que está pendiente de acuerdo con Miranda quien señaló que: “es el asesinato de una mujer por el hecho de ser una mujer trans” y que desde enero se registraron 5 casos además del intento de transfeminicidio contra la activista Natalia Lane.
Según el Congreso de la Ciudad de México, el transfeminicidio es un acto de violencia “en contra de las mujeres trans y personas con expresión de género femenina motivado por la situación de transmisoginia generalizada en la sociedad, e internalizada por los agentes que lo cometen”.
Con datos de la organización Letra Ese, en su análisis de la violencia contra la comunidad trans, México es el país más inseguro para este grupo. En su enfoque sobre transfeminicidios destaca que durante el gobierno de Enrique Peña Nieto de 2012-2018 se reportaron 473 crímenes de odio; 261 en contra de mujeres trans.
Es por ello que Láurel señaló que: “Claramente estamos viviendo un grado alto de violencia contra las mujeres trans” y por supuesto que “para mí es importante visibilizar la violencia a la que nos enfrentamos y que esta se vuelva un tema de conversación en la agenda pública porque justamente necesitamos que la sociedad también tome en sus manos esa responsabilidad que tiene de garantizar un mundo igualitario para todas las personas: acceso a la justicia una vida digna y feliz”.
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