La violencia ha vuelto a sacudir Acapulco (Guerrero) a unos días de Semana Santa. Este lunes, miembros de la Asociación Familias de Acapulco en Busca informaron sobre la localización nueve restos óseos.
El operativo de búsqueda inició el pasado 28 de marzo y concluyó el 2 de abril. Los allegados de los desaparecidos recorrieron al menos seis colonias del puerto mexicano. En los sitios encontraron cuatro fosas clandestinas y restos humanos.
El fin de semana, los turistas vivieron momentos de terror al toparse con un cuerpo sin vida que flotaba en Playa Manzanillo —una de las más visitadas—. Se trataba de un hombre, quien presuntamente participó en una balacera ocurrida en el lugar. El tiroteo ocurrió dentro de un restaurante alrededor de las 15: 40 horas.
Dos sujetos llegaron al sitio y dispararon a quemarropa contra dos comensales. Elementos de la Fiscalía del estado arribaron de inmediato al lugar e iniciaron una persecución. Uno de los presuntos atacantes logró escapar y huyó al mar. De manera extraoficial se ha asegurado que se trata del cuerpo encontrado. Los hechos criminales dejaron al menos cuatro muertos.
La Plaga de violencia que se sufre en el estado guerrerense ha manchado también de sangre al municipio de Chilapa, donde la semana pasada fueron abandonadas seis cabezas en el toldo de una camioneta.
Guerrero, limítrofe con Estado de México y Michoacán, está sufriendo la crecida de una violencia: la disputa entre los grupos criminales de Los Ardillos y Los Rojos, pese al despliegue de la Guardia Nacional, un cuerpo de seguridad nacido en 2019 con el objetivo de controlar la violencia.
Los agentes patrullan la entidad, principalmente el municipio de Chilapa, desde enero de 2020, cuando fueron asesinados 10 músicos indígenas, abandonado en un camino rural. La tragedia provocó la integración de grupos de autodefensas, incluidos menores de edad.
Desde aquella fecha, al menos en dos ocasiones —en diciembre del 2021 y febrero del 2022—, pobladores de Chilapa han enfrentado y desarmado a militares para que se vayan de la región.
La violencia en Guerrero data desde julio de 2014, cuando integrantes de Los Ardillos y Los Rojos se enfrentaron a balazos. Dos meses después, en septiembre de ese año, se reportó la desaparición de 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa.
La seguridad en el siguiente año no fue mejor. En 2015, integrantes de la Policía comunitaria Justicia y Paz, vinculada al grupo de Los Ardillos, irrumpió en las calles de Chilapa pese a la presencia de elementos de seguridad. De acuerdo con cifras de desaparición forzada, en la incursión fueron levantadas al menos 32 personas.
Uno de los operativos más grandes en Guerrero —que abarcó de Chilapa al municipio vecino de Zitlala— se realizó en 2016, con la participación de 3 mil 500 elementos del Ejército, la extinta Policía Federal, la Marina y Policía estatal.
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