Marcelo Ebrard, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), fue de visita a Qatar para conocer a empresarios y algunos detalles para el mundial de futbol, así como entablar relaciones diplomáticas en aquel país que ha mostrado un acelerado desarrollo desde hace algunas décadas.
No obstante, lo que pudo ser un viaje de rutina, terminó en ser una sentencia para el canciller, solicitada por el analista John Ackerman, quien explotó en su contra por abandonar al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en una de las visitas más complicadas por parte de funcionarios de Estados unidos.
Fue el pasado 31 de marzo cuando el Enviado Especial para el Cambio Climático, John Kerry, y el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar asistieron a Palacio Nacional para entablar un diálogo respecto a la Reforma Eléctrica impulsada por el tabasqueño, misma que asegura un desarrollo de la región norteamericana para el bienestar de los pueblos de ambos lados del río Bravo.
Por su parte, el mandatario, dijo Ackerman, habría escuchado las “preocupaciones sobre la supuesta naturaleza estatista y expropiadora” de esta propuesta legislativa por parte de grandes empresas como Sempra Energy, Invenergy, New Fortress Energy, Blackstone, General Motors, Johnson Controls, Talos y Ford.
“Estas empresas son los verdaderos dueños del poder en Washington y pretenden que el gobierno mexicano sea tan sumiso a sus exigencias y necesidades que su propio gobierno”, escribió el también escritor en su columna del diario La Jornada.
Señaló que si esto se replicara en EEUU, que altos funcionarios escoltaran a ejecutivos para presentar sus quejas por una legislación, Joe Biden sería duramente criticado, pero señaló que López Obrador es diferente y le gusta “romper esquemas”, pues también los recibió el mismo en lugar de mandar a un subsecretario de asuntos ambientales o energéticos.
John Ackerman aplaudió los buenos gestos que tuvo el mandatario federal con los estadounidenses, pues, detalló, se comprometió a no expropiar a ninguna empresa extranjera, respetar los permisos de introducción de combustible de algunas empresas y a retirar las denuncias contra estas instituciones privadas, así como levantar las clausuras a sus terminales de combustible.
Asimismo, AMLO invitó a los empresarios a realizar inversiones en yacimientos, ductos y parques fotovoltaicos, así como en energías limpias. Además, el mandatario ratificó su compromiso para prohibir la extracción hidráulica o fracking, reducir el uso de carbón para generar energía e impulsar acciones ambientalistas.
Sin importar estos acuerdos, señaló Ackerman, el gobierno estadounidense envió una “respuesta altanera y soberbia” con instrucciones para guiar la política del sector energético; además, reiteró las grandes preocupaciones del país respecto a la reforma eléctrica de López Obrador, pues, señala el documento, temen a las posibles violaciones del TMEC, a la supuesta pérdida de miles de millones de dólares en inversiones, y al aumento en emisiones contaminantes.
“Esta imperdonable grosería diplomática debe tener consecuencias inmediatas. El comunicado del gobierno de Biden es igual de violatorio a nuestra soberanía nacional que la reciente resolución del Parlamento Europeo y las presiones de las empresas españolas que también buscaron amedrentar y presionar al gobierno de López Obrador para que retire su iniciativa de reforma eléctrica”, aseveró.
Por ello, le recomendó a AMLO responder a Biden “de manera similar a como contestó a Bruselas y a Madrid”, con una carta para defender la soberanía nacional, o con la suspensión temporal de relaciones diplomáticos con las empresas estadunidenses.
Finalmente, condenó que el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, prefirió emprender un “largo paseo” por Arabia Saudita, India y Qatar en lugar de mantenerse al lado de su jefe, con el objetivo de defender la patria en estos momentos tan cruciales para el futuro del país. “Su pronta salida del gabinete pareciera inminente”, sentenció.
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