En Michoacán, la tierra que vio nacer a Nemesio Oseguera Cervantes, el Mencho, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), cuentan una historia que sucedió hace unos años. Alejandro García, alias el Pelón, uno de los jefes de plaza del CJNG tomó la carretera hacia San José de Gracia con sus sicarios para ajustar cuentas. A mitad de camino Abel Alcantar Vallejo, apodado el Viejón y/o El Sierra 8 les dio la oden de devolverse. Se trataba de uno de los cabecillas más cercanos al Mencho. Ese día el Viejón dibujó una línea invisible en su territorio que tuvo que ser respetada por cualquier persona del Pelón.
Alejandro García comezó su carrera criminal en las filas de Los Zetas, pero más tarde se unió a la Familia Michoacana y Los Caballeros Templarios. En 2010, como jefe de plaza del CJNG en Mazamitla, Jalisco (el oeste de México), el Pelón contrató a Abel Alcantar como sicario.
El poderío del Pelón sólo duró tres años, pues fue capturado por delitos contra la salud y recluido en un CERESO de Jalisco. Durante su estadía en la cárcel, su gatillero El Viejón, ascendió como cabecilla de la organización criminal y comenzaron las pugnas, el distanciamiento y las traiciones.
Los incidentes sanguinarios entre ambos criminales llegaron hasta a sus allegados. Según información dada a conocer por el gobierno federal, en 2018 —cuando el Pelón todavía se encontraba en prisión— Abel Alcatar mandó a asesinar a un hermano de García apodado el Chocorrol.
Su inminente pérdida de poder en Michoacán obligó al Pelón, ya en libertad, a viajar a Colima, donde comenzó a operar con otro grupo criminal del CJNG.
En 2021, este cabecilla vio una oportunidad de venganza y mandó a asesinar al hermano del Viejón identrificado como José Alcantar, el Chepe y/o El Sierra 2.
Durante los años que el Pelón estuvo en prisión, la célula que dirigía sufrió fricciones provocadas por el encuentro de dos mentalidades criminales diferentes: Alejandro García y Abel Alcantar.
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