Temporada de incendios forestales: cómo se clasifican y cuál es el tipo más destructivo

En las última semanas en México se han presentado algunos incendios forestales de dimensiones considerables, el más reciente en el Área Nacional Protegida de El Cielo en Tamaulipas, que hasta ese viernes había consumido 815 hectáreas pese a que las brigadas de combate al fuego habían logrado contenerlo en un 65%, según la Comisión Nacional Forestal (Conafor).

Las altas temperaturas que se registran en el país, donde algunas regiones alcanzan hasta los 45 grados Celsius y una disminución drástica en el nivel de lluvias durante los últimos meses en el territorio nacional favorecen la aparición de estos desastres ecológicos, de los cuales se considera que el 99% de las ocasiones son provocados por la actividad humana.

Otros grandes siniestros ocurridos en marzo fueron el del Bosque de la Primavera en Jalisco y el del cerro del Tepozteco en Morelos, los cuales ya fueron controlados, sin embargo en la Sierra de Santiago en Nuevo León, el fuego se esparció desde el pasado 14 de marzo y hasta inicios de abril ha afectado casi dos mil hectáreas de bosque.

Sobre este último caso, el director de Protección Civil de la entidad, Erik Cavazos, señaló que se trató de “incendio ecológico”, ya que en su gran mayoría ha sido “supérficial”.

Incendios Superficiales: en ellos, el fuego se propaga en forma horizontal sobre la superficie del terreno y alcanza hasta metro y medio de altura. Afectan combustibles vivos y muertos como pastizales, hojas, ramas, ramillas, arbustos o pequeños árboles de regeneración natural o plantación, troncos, humus, entre otros. También se le denomina incendio ecológico.

Incendio Subterráneo: ocurren cuando la combustión superficial se propaga bajo el suelo. En este caso llega a quemarse la materia orgánica acumulada y las raíces, e incluso puede alcanzar los afloramientos rocosos. Generalmente éstos no producen llamas y emiten poco humo.

Incendios de Copa o Aéreos: se consideran los más destructivos, peligrosos y difíciles de controlar, debido a que el fuego consume toda la vegetación. También comienzan en forma superficial, pero en este caso, las llamas avanzan primero sobre el nivel del suelo y se propagan por continuidad vertical, es decir, escalan vegetación dispuesta hacia arriba que sirve de combustible en escalera hacia las copas de los árboles.

Los incendios forestales pueden ocurrir en cualquier momento; sin embargo, en México se presentan dos temporadas de mayor incidencia, por lo que es preciso estar alertas a nuestras actividades en zonas de riesgo, pues en los bosques no existe la combustión espontánea y se requiere de una fuente dexterna para que ocurra un incendio, explica la Conafor.

La primera temprada inicia en enero y se extiende hasta junio y corresponde a las zonas centro, norte, noreste, sur y sureste del país. La segunda va de mayo a septiembre y se registra en el noroeste del país.

Ambas coinciden con la época de mayor sequía en el territorio nacional, lo que prende las alertas este 2022, pues ya se sienten los efectos del fenómeno metereológico de La Niña, en el cual se reducen considerablemente las lluvias y aumenta los estragos de la sequía.

Este riesgo de sequía severa preocupa a autoridades por el bajo nivel de almacenamiento de agua en los principales embalses del país, pero además representa un peligro latente de incendios forestales. Por esta última razón, cuerpos de brigadistas deberán estar preparados para actuar de inmediato y aplicar medidas de contención oportunas para evitar que los siniestros rebasen el nivel de daño superficial.

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